Euterpe

    1380

    No hay medio de transporte más eficiente que la música. Ninguno llevará por paisajes más bellos que las canciones, y la brisa que acaricia el rostro al manejar no se compara con las memorias que suscitan las notas en el auditor. Verdaderamente, la música es un poco de magia para la vida del ser humano. Ya sea a capella, un silbido o una orquesta; la sensación de bienestar se extiende por el cuerpo cual primavera por los bosques de marzo, como las olas por la arena.

    Entonces, uno cierra sus ojos y se envuelve dentro esas cortinas negras. Nace en un mundo de deleite y de armonía. Podrán bailar luces en la obscuridad, danzar imágenes del ayer o ser una noche de luna nueva, pero la paz será igual en cada una de ellas. Luego empezarán a escuchar los ojos también, y brotarán las lágrimas que hayan atrapado los acordes más profundos, mientras que la piel sucumbirá ante la música, y cada vello se izará para enaltecer las exquisitas vibraciones que la seducen…

    Concluirá la melodía, y entonces surge un angustiante vacío en la persona, hasta que comience a tararear los pasajes que despegaban sus pies del suelo.

    Artículo anteriorSube 5 por ciento precio de canasta básica al concluir octubre
    Artículo siguienteEntrega UdeG constancias a 3 mil 448 capacitados en el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio