Estudiantes conocen su realidad laboral

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    Tras aplicar en el campo profesional lo que aprendió en las aulas universitarias, Alejandro Esquivias Pérez, estudiante de Ingeniería en Sistemas Pecuarios, del CUAltos, fue contratado como responsable de una de las granjas de una empresa porcícola de los Altos, con 5 mil 800 cerdos de cría a su cuidado.

    Él, junto con otros 30 compañeros, pertenecen a la primera generación de Ingeniería en Sistemas Pecuarios del Centro Universitario de los Altos (CUAltos) y son los primeros en realizar prácticas profesionales desde la creación de la carrera.

    La región de los Altos de Jalisco es una de las zonas con más vocación pecuaria de México, pues las localidades que la integran producen la mitad de los huevos que consumen los mexicanos, además de miles de toneladas al año de carne de cerdo, ave y leche.

    Por eso la Universidad de Guadalajara (UdeG), a través del CUAltos, interesada en aportar sus conocimientos al sector, se vinculó con empresas y organismos del ramo pecuario radicados en la región, para que los estudiantes de Ingeniería en Sistemas Pecuarios aplicaran sus conocimientos en la realidad del campo laboral.

    La relevancia de este convenio es tal, que los alumnos lograron resultados significativos en los sistemas de producción de bovinos, de carne, leche, cerdos, aves o huevo en las empresas asignadas, así como avances en investigaciones en nutrición animal, manejo de praderas y tratamiento de agua.

    El ejemplo de Alejandro Esquivias es uno de los más relevantes, pues al aplicar sus conocimientos escolares en la mejora de producción de cerdos, hizo posible incrementar en 1.3, lechones por parto en cada una de las casi 6 mil hembras que tiene a su cargo.

    “Como profesionista, principalmente debes de tomar las riendas de un sistema de producción en una empresa. Se pudieron hacer muchas mejoras en cuestión de manejo, se implementaron muchos cambios a la hora de producir lechones. Eso era lo que me pedían a mí como profesionista, y creo que los números hablaron por sí solos”, comentó el alumno.

    La vinculación beneficia al campus alteño, pues así miden los conocimientos con los que se forman los alumnos y comprueban si el programa académico que cursan está adaptado a las exigencias del campo laboral.

    “La Universidad tiene muchas áreas de oportunidad. Se tiene que transmitir lo que realmente hay en el campo de producción, que ahí es con lo que realmente te vas topar. La literatura es muy buena, pero ahí afuera hay otra realidad. A las empresas les falta abrirse más y dar más oportunidad para demostrar de qué estamos hechos, qué podemos hacer, mejorar y ofrecer, para que en un futuro contraten a un profesionista que haga que sus sistemas de producción generen dinero y sean rentables”, aseveró el alumno tras su experiencia.

    Esta primera incursión de la ingeniería en las prácticas profesionales marca un hito para el CUAltos, ya que permitió revelar la importancia de la profesionalización de algunos rubros y demostrar la amplitud del campo laboral de un ingeniero en Sistemas Pecuarios.

    Los alumnos practicantes presentaron, ante un equipo de tutores especializados, encabezados por la coordinadora de la carrera, Alejandra Meza Servín, los resultados de esas oportunidades y aplicaciones que realizaron en las empresas, unidades de producción y organismos a los que se sumaron. Con base en esto, los maestros retroalimentaron a los estudiantes sobre su desempeño.

    En total, cada alumno asignó 450 horas de su tiempo a aplicar sus conocimientos, pero también a aprender la realidad del campo laboral.

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