Escamocha de teatro

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    La comunidad teatral del exconvento de santa María de Gracia intentaba desde hace tres años presentar las obras que desarrollaban maestros y alumnos. El primer intento fue flojo. En el segundo salieron buenas funciones, como Los hijos de Sánchez, que logró más de 100 representaciones.
    Ahora tendrán semanas casi completas de espectáculos teatrales, pues habrá funciones de miércoles a domingo. Desde el 28 de septiembre exhiben una cartelera compuesta por ocho obras, que concluirán hasta el 30 de octubre.
    Las funciones serán en el foro experimental Ignacio Arriola, ubicado en Belén 120. El costo de cada presentación es 50 pesos para el público en general y 25 para estudiantes y maestros.
    A continuación los títulos y reseñas de los “ingredientes” de eso que han dado por llamar Escamocha de teatro.

    De a tres otra vez
    La semana inicia con las obras dirigidas por Carlos Maciel. En realidad no es una sola puesta en escena, sino tres bastante cortas. De ahí el título. En conjunto prometen un buen espectáculo.
    La primera es Las Ubarri, de Óscar Liera, pieza que refleja la fuerza de la sociedad en decadencia y la lucha por mantener un apellido: Ubarri.
    Se visten niños dioses, de Román Calvo, proyecta esa costumbre de hacer fiestas en una sociedad influenciada por el estatus social.
    En la obra de Héctor Berthier, Corsario negro, los actores narran el viaje de un joven capitalino a un pueblo sin diversión. El citadino aprende los valores de la gente, al descubrir su falta de principios.
    Igual que la escamocha del año pasado, las tres funciones en una estarán en exhibición los miércoles, a las 19:30 horas.

    Casandra o La llave sin puerta
    Segunda función de la semana, escrita por María Luisa Algarra, española que llegó a México en los años cincuenta, como refugiada.
    Esta obra, que intenta clarificar qué es el compromiso social, trata de una familia de industriales que en algún tiempo fue pobre. La madre, trabajadora desde joven, llegó a acumular tanta riqueza, que se convirtió en una explotadora de los hombres a su mando. Enamorada de su trabajo, donde quiera monta fábricas. De hecho, ama más su tarea que su familia y la sociedad en que habita. Tras olvidar su antigua pobreza, nada le preocupa, ya que vive enamorada del dinero.
    Serán alrededor de 13 personajes caracterizados por 16 actores que doblarán algunos papeles.
    Estará dirigida por Javier Serrano. Las funciones tendrán lugar los jueves, a las 19:30 horas.

    ¡Bang!
    Obra que, según su autor, Alejandro Aura, es un western casi clásico, pero en vivo. Recuerda los clichés y convencionalismos de las películas del oeste, para hacer una sabrosa farsa de todo esto.
    La pieza tiene un trasfondo, un pretexto para hablar de las divisiones sociales y los clanes, pues así como en el viejo oeste había indios, vaqueros, cuatreros, etcétera, ahora hay perredistas, priístas y panistas que buscan un botín, actividad que la obra intenta reflejar.
    Los cuatro clanes viven de manera pacífica y por separado, hasta que aparece un elemento: el vagón de un tren cargado con oro. El conocimiento de este botín desata el caos. El oro los vuelve locos y todos terminan dándose en la torre.
    Son como 40 personajes representados por más de 20 actores del quinto y sexto semestre de la carrera de artes visuales. El director, Javier Serrano, es el responsable del humor negro y la parodia.
    Las presentaciones serán los viernes, a las 18:30 horas.

    La cueva de Montesinos
    La anécdota de la puesta es simple, y sin embargo resulta una obra difícil para los alumnos, por la combinación de elementos antiguos y posmodernos en la trama.
    Trata de un autor que tal vez va leyendo El Quijote en su camino a Acapulco, de manera que arriba a su propio sueño, o más bien, a su pesadilla. De su locura onírica surgirán figuras extrañas y personajes que darán vida a un ángel del demonio, símbolo de la decadencia humana.
    Los personajes, que son desdoblamientos del yo del autor, intentan convencer al creador de que es el Quijote y, luego, el mismo Jesucristo. Se dan cuenta que no es uno ni otro, pero, por si las dudas, lo crucifican.
    Son 11 actores y un histrión que hace cuatro diferentes versiones de una vidente. Los espectadores verán un poco de acrobacia pero la obra esté cimentada en ese recurso.
    Dirigida por Claudia Villalobos, esta pieza de José Ramón Enríquez será representada los sábados, a las 18:00 horas.

    Prohibido suicidarse en primavera
    El ciclo concluirá con la pieza de Alejandro Casona, dirigida por Francisco de la Torre. La obra estará en escena cada domingo, a las 18:00 horas.

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