Entre David y Goliat

    1103

    Temas como el de los ambulantes a veces son tan delicados que muchas personas no se detienen a pensar el trasfondo del problema. En semanas pasadas hemos visto la figura del “cuico” resguardado por escudos y armaduras como símbolo de amenaza a quienes han sentido despojo, por ser retirado del pedazo de concreto que día a día cubrían con sus cosas para la venta callejera.

    También hemos visto a las personas que invadían las escalinatas de la fachada de palacio municipal exigiendo el terruño, que por derecho de antigüedad les pertenece. Muchos de ellos, pagando su cooperación a un sindicato que a lo lejos —por el círculo tricolor— se confunde (o tal vez sí es) con el PRI, pero ante todo ello, lo que sale a relucir es el problema de la falta de empleo y la carencia de oportunidades por parte de los poderes reinantes.

    Si revisamos la estadística que cada trimestre el INEGI engrosa y les permite a los periódicos tener la nota del día con decir que más del 60 por ciento de los empleados en el país están dentro de la informalidad, habría que verificar en cuántos casos ese número se trata de ambulantes, y saber analizar los descontroles aduanales que permiten el ingreso al país de cuanta mercancía apócrifa llega para los aranceles callejeros, y también cuántos de ellos pertenecen al rubro del folclor y que en los discursos políticos gozan de aceptación, por la tradición de nuestra tierra: la artesanía.

    Todo el circo y las amenazas entre David y Goliat, es adicional, el punto recae en ¡que no hay trabajo señores!

    Artículo anteriorCUCBA realiza 3er Rally Ecológico 2015
    Artículo siguienteMás de 14 mil alumnos del SEMS participarán en FIL Joven