Energía de fuentes renovables

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La producción de biocombustible a partir de residuos orgánicos es una realidad en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), donde el cuerpo académico de ingeniería de bioprocesos cuenta con una planta piloto que produce gas metano con residuos de la industria tequilera, como las vinazas, el cual podrá ser utilizado para la generación de energía eléctrica.

“Lo vimos como un nicho de oportunidad importante, por el alto contenido de materia orgánica que genera la industria tequilera. Antes no significaban un problema, pero con el tamaño de las producciones que ahora tienen, el problema ha ido creciendo y tenemos ya una contaminación de los mantos acuíferos aledaños a las industrias”, informó Hugo Méndez Acosta, profesor investigador del CUCEI, miembro del cuerpo académico.

Con este proyecto, el CUCEI forma parte del Centro Mexicano para la Innovación de Bioenergía (CeMIE-Bio), en el clúster “Biocombustibles gaseosos”, estrategia impulsada por el gobierno federal para la generación de energía eléctrica a través de fuentes renovables.

“Aprovechamos tres tipos diferentes de residuos: las vinazas tequileras y vitivinícolas, la fracción orgánica de la basura y los desechos lignocelulosicos, como el bagazo de agave, y a partir de ellos obtener biocombustibles gaseosos, como hidrógeno y metano”.

El clúster financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Energía (Sener), con 104 millones de pesos, es liderado por el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica de San Luis Potosí, el Instituto de Ingeniería de la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana, en los campus de Iztapalapa y Azcapotzalco, así como la UdeG, por medio del CUCEI.

“Se busca que este centro sea autosustentable en cuatro años. Es la meta a corto plazo, para que pueda tener sus propios ingresos a partir de servicios y de transferencia de tecnología”.

Méndez Acosta dio a conocer que los académicos del CUCEI presentaron una propuesta ante el Comité de Ecología de la Cámara Nacional de la Industria del Tequila, apoyados por la Secretaría de Innovación del Estado de Jalisco, para transferir la tecnología a las empresas tequileras que quieran producir energía a partir de sus propios desechos.

“También está la opción de que llevemos a cabo la construcción de una planta comunitaria, en la que diferentes industriales del tequila lleven ahí sus aguas residuales y se les cobre cierta cantidad, y a partir del tratamiento de estos afluentes se pueda generar electricidad y utilizarla en algunas colonias o en las poblaciones cercanas donde se ponga a operar esta planta”.

El también coordinador de la maestría en Ciencias de procesos biotecnológicos, participó en un panel de expertos sobre producción de biocombustibles gaseosos organizado por la UNAM.

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