En el espejo del 68

509

Palinuro de México es uno de los libros fundacionales de la literatura Latinoamericana y es la novela más representativa del movimiento estudiantil de 1968, afirmó la escritora Elena Poniatowska en su conferencia magistral dentro del coloquio.

La escritora y periodista comparó esta novela de Fernando del Paso con “otros puntales de la literatura” Latinoamericana como La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa; La región más transparente, de Carlos Fuentes o Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.

“Fueron los textos fundacionales de nuestros países colonizados, fueron, para decirlo vulgarmente, un cañonazo”, que cambiaron el rostro del mapa literario del continente, refirió.

La creación de la obra, una de las más emblemáticas de la literatura de Del Paso, “no tiene que ver con el azar, ni con la ocurrencia, ni la casualidad, ni con la tradición escrita u oral”, sino que es “un bólido que viene desde el fondo del tiempo”, señaló la autora.

“Es una catarsis, un huracán, un tratado de ciencia médica, una polifonía, una narrativa silenciosa sin entrada ni salida y es, ante todo, la gran novela del 68”, subrayó.

En su conferencia “En Palinuro de México cabe el mundo entero”, Poniatowska recordó cuando conoció a Del Paso. Él acudió a la editorial Siglo XXI a dejar un adelanto de su novela José Trigo y dijo que desde entonces era un escritor obsesivo que le gustaba reeditar sus textos.

Aseguró que Palinuro de México, publicada en 1974, no es una novela fácil, pero que da al lector una idea de la complejidad y de la dimensión de lo que fue el movimiento estudiantil de 1968 y la masacre que sirvió como su colofón el 2 de octubre de ese año en la Plaza de las Tres Culturas.

Dijo que aunque Del Paso ha declarado que el personaje joven aspirante a médico llamado Palinuro es el hombre que quiso ser y el que nunca pudo ser, sí es una muestra de que Del Paso “sabe de todos los temas del mundo”.

“No sé si el joven Palinuro decidió por ética y por política entregarse a un evento clave en la historia de México, que es el 2 de octubre del 68 en la Plaza de las Tres Culturas, pero sí sé que esta novela nos da la dimensión de la masacre al entregarnos su historia personal que actúa como una monstruosa, una cruel autobiografía”, concluyó.

Artículo anteriorEl espejismo del agave en la Ciénega
Artículo siguienteCiencia y ética