Al norte de la ciudad, dentro de lo que debería ser el pulmón más importante con el que cuenta la urbe tapatía, se encuentra el Centro de Ciencia y Tecnología Planetario Severo Díaz Galindo.
Cuando construyeron el planetario, hace 25 años, fue considerado entre los mejores del mundo (incluso de Estados Unidos).
Desde que lo inauguraron, planearon presentar proyecciones de diversos tipos (omnimax, planetario, etcétera) sobre fenómenos celestes o de filmes científico-educativos.
Este año el planetario festeja su 25 aniversario, pero lamentablemente, en 2007, no es uno de los atractivos importantes de nuestra ciudad, porque a los gobiernos locales que siguieron al de 1982, no les interesó. No solo no lo ampliaron ni actualizaron, sino que carece del mantenimiento mínimo indispensable.
La ciudad está hecha un asco y el planetario no es la excepción. Peor aún, ahora quieren hacer viviendas y oficinas en sus inmediaciones, en terrenos que convendría conservar para áreas verdes, que por cierto deberían estar en inmejorables condiciones.
Algún día volveremos a tener un gobierno local eficiente y capaz, para que rescate el planetario y lo ponga como hace 25 años: a la altura de una urbe como Guadalajara.
