El valor de la leche

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    La catástrofe que asfixia a productores de leche en los Altos de Jalisco parece no tener fin. Desde hace varios años, el elevado costo de los insumos, la competencia desleal de imitaciones lácteas y el desconocimiento de estrategias para mejorar sus procesos de producción, han puesto contra la pared a 10 mil lecheros de esta cuenca, la más importante de la entidad.
    Los lecheros reciben alrededor de cinco pesos con 50 centavos por litro, pero necesitan recibir por lo menos seis pesos para salir a mano con sus costos.
    El investigador del Centro Universitario de los Altos (CUAltos), José de Jesús Olmos Colmenero, explica que de 2001 a 2011 el valor de la leche aumentó 65 por ciento, mientras que los alimentos concentrados para el ganado, subieron 176 por ciento y el de los combustibles, 105 por ciento.
    La crisis pone en riesgo a quienes viven indirectamente de esta industria: vendedores de alimentos, medicinas o fertilizantes. Afecta también a regiones vecinas, como La Ciénega o el Bajío, que venden a los alteños miles de toneladas de forrajes, como heno de alfalfa, rastrojo de maíz u otros insumos.
    De acuerdo con datos de la Comisión de Ganadería del Congreso local, Jalisco cuenta con 16 mil productores de leche y esta industria genera 250 mil empleos, directos e indirectos, en la entidad.
    Jalisco es el mayor productor de leche, con 18 por ciento nacional. La cuenca de los Altos es la más importante. Según cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en marzo de 2013 esta región aportó 11 por ciento de la producción de leche en el ámbito nacional y 61 por ciento en el estatal.
    En los Altos hay aproximadamente 10 mil ranchos con actividad lechera, que en promedio tienen 60 vacas en ordeña por establo y emplean entre dos o tres personas para producir 17 litros por día por cada vaca. “Este nivel de producción es relativamente ineficiente. Existen países que producen más de 35 litros de leche por vaca al día”, indica Olmos Colmenero, doctor en ciencias lecheras por la Universidad de Wisconsin.
    Consultado durante una exposición ganadera en Tepatitlán, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco, Andrés Salvador Ramos, detalló: “En la leche seguimos viendo cómo a nivel nacional el precio sigue repuntando y no vemos esperanza”.
    Aunque la Sagarpa anunció el jueves 25 de abril un aumento de 60 centavos, éste resulta insuficiente. Según sus cifras, 10 por ciento de los productores ya se retiró de la actividad, dice Ramos.
    Olmos Colmenero refiere que quienes permanecen, lo hacen por la arraigada vocación lechera que hay en las personas de la región y porque la mayoría de los establos opera con mano de obra familiar. Eso facilita que en épocas delicadas se puedan pagar a sí mismos un menor salario. Otro factor es que los migrantes mandan dólares que mitigan las crisis.

    Los costos ideales
    Olmos Colmenero, quien ha impartido ponencias por todo el mundo y publicado artículos en revistas científicas sobre el tema, detalla que hasta 70 por ciento del costo de la producción de leche corresponde a la alimentación del ganado y el incremento en estos insumos impactó fuertemente en 2012. El alza se dio principalmente en alimentos concentrados, como granos, fuentes proteicas, pasta de soya o pasta de canola, insumos que en su mayoría son importados de Estados Unidos y Canadá, lo que los encarece más.
    “Si un establo tiene 60 vacas en producción y lo operan dos trabajadores, este establecimiento necesita dos salarios diarios de 300 pesos; si el establo produce 1,020 litros diarios, entonces, por cada litro producido se requieren 59 centavos sobre el costo de producción. El valor de un litro de por cosiguiente, leche deberá ser de seis pesos como mínimo”.
    Por si fuera poco, tener ganado implica una inversión riesgosa, ya que cada vaca, que vale 16 mil pesos aproximadamente, puede enfermar y morir. Además, está la inversión en instalaciones y equipos del establo.
    El investigador propone que el gobierno regule el precio de la leche y el mercado, para evitar la competencia desleal, de imitaciones lácteas en los anaqueles de los supermercados.
    Durante los últimos 10 años, México ha importado 30 por ciento de la leche que consume. “Esto nos hace vulnerables. No somos autosuficientes en la producción de un alimento tan valioso y nutritivo como es la leche”.
    En 2012, más de 70 por ciento de importaciones de productos lácteos provino de Estados Unidos de América, donde la producción láctea es subsidiada por el gobierno. “Nuestros productores están en desventaja: no tienen subsidio gubernamental”.

     

    Los universitarios trabajan en soluciones

    En el Centro Universitario de los Altos (CUAltos) se han preocupado por la crisis lechera y desde hace varios años trabajan con los sistemas de producción y han identificado dos puntos clave: uno es diseñar estrategias para mejorar el rendimiento y la calidad de forrajes, especialmente el ensilaje de maíz y la otra, incrementar la producción de leche por día.
    “El reto es producir regionalmente los forrajes para no depender de otros. CUAltos realiza trabajos de investigación para generar conocimiento regional en diseño de estrategias de mejora”, afirma el investigador de este campus universitario, José de Jesús Olmos.
    Menciona que si es elevada de 17 litros a 25 litros por vaca por día la producción, disminuirán considerablemente los costos fijos y el proceso se volverá más rentable. Por ello, CUAltos organiza actividades en el campus, donde reúnen a productores para informarles sobre estrategias en la mejora de sistemas de producción.
    Especifica que los investigadores de CUAltos desarrollan proyectos de investigación en nutrición-alimentación del ganado y producción y calidad de forrajes.
    Establecieron un convenio de apoyo técnico en formulación de raciones y concentrados, con la Unión de Cooperativas de Consumo de Los Altos, que agrupa a 18 cooperativas de productores de leche, con un total de 2 mil 500 productores.

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