El sacrificio cotidiano

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Un militar infiltrado en una pandilla de maras salvatrucha, consigue hacer amistad con el líder de esta banda. Paralelamente, una joven sordomuda mantiene una relación con un inmigrante abusador. Estos personajes y sus situaciones, son el punto de partida en la puesta en escena de Suicidios mínimos, una producción que –desde una visión cáustica- analiza las contradicciones e imposibilidades de sus protagonistas.
La obra es un retrato instantáneo de los sucesos cotidianos, una historia que va más allá de la trivialidad, que muestra la cara de un país en crisis y su consecuente fragmentación, explica el equipo de Suicidios mínimos.
Un gato, un perro, una paloma y una cucaracha, representan –simbólicamente- esa fauna urbana que crece dentro de un esquema de violencia, y que sencillamente es el reflejo de un desgaste social.
Con la dirección de Adrián Nuche, Suicidios mínimos continuará su temporada hasta el 25 de noviembre. Los sábados a las 19:00 horas, y los domingos a las 18:00. La cita es en Estudio Diana (avenida 16 de septiembre 710). El costo del boleto general es de 110 pesos. Estudiantes, maestros y personas de la tercera edad, 60 pesos.

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