El progreso más allá de la urbanización

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    Nuestro mundo está cambiando rápidamente. La tecnología nos ha rebasado y,  junto con ella, la inmediatez de las cosas y la ley del menor esfuerzo; en estos tiempos la palabra “progreso” es una ciudad hacia las alturas sin estructura,  en contra de la calidad humana y una población que crece a pasos agigantados a la par que la inconciencia, la contaminación, el estrés y la indiferencia.

    Nos estamos dejando vencer por la ignorancia y el ajetreo de la vida cuando nos permitimos que los intereses de terceros destruyan nuestro entorno; cuando talan nuestro oxígeno y queman nuestros pulmones; cuando actuamos indiferentes ante las peleas sociales porque no creemos lograr hacer nada, cuando le damos cabida a la violencia, al genocidio de nuestra educación, valores, parques, lagos, animales, jardines; pero sobre todo al  de nuestra propia gente.

    No cejemos ante la realidad. Aunque es cierto que no todo es malo; que esta nueva era nos trae muchas buenas oportunidades; los invito a que progresemos de arriba hacia el cielo; es decir, de conciencia y no sólo de abajo hacia arriba con grandes edificaciones.

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