El mito de las remesas

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Decir que cada año ingresan 24 mil millones de dólares a México por remesas, suena como si esa cantidad sirviera para transformar a las comunidades rurales donde llega el dinero. No es así. La realidad es que cada dólar que un migrante manda a sus hogares sirve apenas para comprar la comida, las medicinas o lo necesario para los hijos. A veces, para algún electrodoméstico, y nada más.

Sin embargo, los medios de comunicación y algunos investigadores ajenos a la economía han alimentado la idea de que existe un efecto multiplicador de las remesas, y eso es un mito, de acuerdo con José de Jesús Arroyo Alejandre, director de la División de Economía y Sociedad, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

“Esta cantidad tan grande encubre una realidad que poco se publica: que estas remesas son ganadas por mexicanos con un trabajo muy pesado y muy mal pagado. La riqueza que producen se queda principalmente en Estados Unidos, y lo poco que ganan se va en lo cara que es la comida y la vivienda allá. Si acaso mandan un 10 o 15 por ciento de lo que ganan. Y esos recursos se van para manuntención de la familia en México, o gastos imprevistos y gastos médicos. Los reciben en general familias de bajos recursos. El impacto económico de estas remesas es mínimo en el desarrollo de las comunidades, sobre todo en las rurales o semirurales”.

Luego de un lustro en el que las remesas se estancaron, México y Jalisco despuntan en 2016 como receptores de envíos monetarios desde Estados Unidos, con un incremento de 9.4 por ciento respecto al 2015. El Banco de México reporta que hasta el segundo trimestre de 2016 han ingresado 13 mil 156 millones de dólares al país.

Jesús Francisco Zazueta Russel, investigador del Departamento de Estudios Regionales, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), señaló que este despunte de las remesas ubica a México como receptor del 4.4 por ciento del flujo mundial.

“Los principales receptores en México son Michoacán y Jalisco. En nuestro estado tan sólo de abril a junio de 2016 ingresaron 688 millones de dólares, es decir, 9.9 por ciento del total de las remesas que recibió el país. El crecimiento que se experimenta en Jalisco es mayor al que se registró en 2013 y 2014”, indicó Zazueta Russel.

Las regiones más beneficiadas en Jalisco son Altos Sur, Altos Norte y Norte, así como Guadalajara y Zapopan. Sin embargo, coincidió en que que el ingreso se destina principalmente a la compra de comida, ropa, vivienda y gastos de salud.

Productividad desaprovechada
El mexicano es altamente productivo, explicó Arroyo Alejandre, pero la plusvalía que su trabajo aporta a los servicios o artículos se queda en las cuentas de los patrones norteamericanos. Lo poco que manda a México se dispersa, porque en las comunidades rurales no hay actividades endógenas de crecimiento económico.

“Si seguimos difundiendo esta idea de las remesas, diciendo que entra mucho dinero a México, vamos a seguir en la equivocación y vamos a seguir teniendo opiniones como la de Donald Trump. Y esto también lo fomentan académicos que se ponen a calcular los efectos multiplicadores de las remesas en el desarrollo de las localidades. No saben de economía. Son sociólogos o antropólogos. Las remesas llegan apenas para mantener a las familias”.

Calificó a los connacionales que trabajan en Estados Unidos como “refugiados económicos” que escapan de la pobreza porque el Estado no ha sido capaz de brindarles las oportunidades de crecimiento personal. El trabajador mexicano que allá es productivo, en México no logra esos niveles, por el mediocre marco institucional de empresas y gobierno. Por eso cuando se le traslada a un contexto como el estadunidense, eleva su productividad a niveles mayores que el de los trabajadores norteamericanos. Por ello, hay “una adicción a la mano de obra mexicana”.

Consideró difícil que el candidato republicano Donald Trump cumpla sus promesas de bloquear las remesas, “aunque nada es improbable en un país con un manejo casi monopólico de las finanzas y los bancos”.

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