Colombia es un territorio en donde convergen distintas visiones sobre la vida. El mestizaje entre indígenas, europeos y africanos tiene como resultado esa diversidad cultural que está latente y en constante transformación. Aunque este país latinoamericano ha cruzado por un proceso histórico severo y violento (que se agudizó en las últimas décadas del siglo pasado), nunca renunció al sentir festivo que lo caracteriza, al ímpetu y a la euforia de raíz honda, que posee como una de sus máximas expresiones el ritmo impreso en su tradición musical.
De muchas maneras, esa experiencia alegre y gozosa establece un vínculo cercano con la champeta, el fandango y, particularmente, con la cumbia: género derivado de los sonidos tribales provenientes de África, que también funciona como un transmisor de la voz popular colombiana. En los últimos años, la producción musical de aquel país ha crecido considerablemente, permitiendo conocer una gama de agrupaciones y proyectos que se mueven en múltiples direcciones, no sólo en lo concerniente a lo musical, sino en la manera de plantear discursos, y en la trascendencia geográfica.
Systema Solar, grupo que se define mejor como un colectivo músico-visual de la región Caribe de Colombia, forma parte de esta serie de propuestas que han conseguido salir del circuito independiente para llegar a diversos países de América y Europa. Abrigado por la Berbenautika —estilo creado por la misma agrupación— Systema Solar toma la tradición de los pikós (sistemas de sonido), para sintetizarse como un acto en directo que destaca por el culto a la danza, con especial énfasis en los ritmos de corte alegre, como la cumbia y el bullerengue, géneros que mezcla con el hip hop, el house y los break beats.
“Desde que inició el grupo ha ocurrido una exploración constante para que la experiencia sea lo más completa posible”, dice Walter Hernández (mejor conocido como “Indigo”), vocalista de Systema Solar. La conversación con el también investigador de la música afro y promotor del hip hop, sucede desde Alemania, país en que la música del colectivo ha recibido aceptación e interés. “Siempre estamos con la actitud de ensayo y error. Así es como se fortalece nuestra propuesta, que básicamente es estar dispuesto a bailar y conectarse con el mensaje que habla de nuestra forma de vida en el Caribe Colombiano”.
Walter Hernández comenta respecto a la energía que el grupo imprime en directo: “Systema Solar ofrece a la gente un momento para conectarse con la vibración de la música de Colombia, con las tradiciones, y con la exploración de los sonidos del mundo. Buscamos garantizar que la gente se sienta parte de una celebración”.
La revancha del burro, título del nuevo álbum de esta agrupación, formada en 2006 (que está disponible en su página oficial para descarga libre), representa una producción en donde el grupo replantea su sonido. “Es una amplificación, una repotenciación del primer disco, conectado con diferentes tiempos. Hay canciones aguerridas, como ‘La rana’ o ‘Tukupakata’; otros son de corte más suave, pero que al mismo tiempo llevan una pincelada de algo fuerte. En términos sonoros tiene elementos electrónicos, sintetizadores análogos, y un equilibrio entre el flow de las letras”.
La producción musical colombiana es un tema que no puede escaparse: “Siento que es un momento que ha decantado en gran parte para bien. Recibimos influencia de México y Argentina. Cuando se hace música, lo más importante es la conexión con las raíces: conocer las historias sociales. Tenemos aproximaciones con el rock, pero también hemos aprendido a desaprender. Esto sólo se logra haciendo un reconocimiento a nuestra cultura, algo que debe hacerse sin miedo. Hay que atreverse a investigar”.
Systema Solar, su postura, va más allá de los escenarios. De alguna forma esta posición revela el sentir solidario latinoamericano: “Tuvimos una experiencia de apoyo para los afectados por la multinacional Texaco, que ahora se llama Chevron. Esto ocurrió en la Amazonia ecuatoriana. En Europa se están haciendo campañas para visibilizar los inconvenientes que han tenido las comunidades de esta zona. Nosotros hemos dado un concierto para eso, para apoyar esta causa. Son problemas comunes que nos afectan a todos. Si podemos aportar algo para que se active el optimismo, las ganas de cambiar de todo nuestro pueblo, pues estaremos siempre atentos”.
