El imaginario migrante

1189

Diana estaba convencida que después de llegar a Estados Unidos tendría casa y carros. Sus hermanas alimentaban esos deseos al decirle: “Tú no vas a llegar como cualquier hispana, como cualquier ‘mojarrina’. Tú vas a llegar siendo una americana, porque tu apariencia es de gabacha”. Su sueño era trabajar y guardar dinero para poner un negocio. Cuando veía por televisión películas de Estados Unidos, pensaba: “Wow, está chido, ¿no?”

Cuando Diana llegó a Estados Unidos se encontró con una realidad que no había considerado: “Fue impresionante, porque el lugar en el que te paras, te hablan en inglés. Yo pasé cada bochorno por no dar a conocer mi identidad… La ‘privacía’ emocional que se ve cuando llegas, esa jamás te la vas a imaginar. No sé cómo expresarte ese sentir. Es lo mismo que cuando yo estaba embarazada: me visualicé de muchas formas, y de todas ninguna ha sido. Me fue fatal”.

La de Diana es una de las historias narradas en el libro Juventud urbana y migración a Estados Unidos. Capital social e imaginario, de la doctora Nicté Castañeda Camey, editado por la Universidad de Guadalajara a través de Editorial Universitaria.

Un estudio en torno a la cultura migratoria
La autora, investigadora del Departamento de Ciencias Sociales y Jurídicas, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), retrata las expectativas e ilusiones de jóvenes, todos vecinos de la colonia Constitución de Guadalajara, que quisieron migrar a Estados Unidos y lograron pisar suelo norteamericano para después regresar.

El libro también da cuenta de las construcciones simbólicas y del imaginario que algunos entrevistados tienen de la vida a la que aspiraron o aspiran tener en Estados Unidos. Para ellos migrar generalmente representa “hacer dinero”, “superarse” u “obtener un buen trabajo”, como atestigua Luis, para quien trabajar en Estados Unidos significa ganar en dólares. Él afirma: “Luego te puedes regresar con mucho dinero. Es lo primero que se me viene a la cabeza. Mi expectativa es el dinero, porque es la que todos tienen”.

La investigadora aclara que otras de las motivaciones que tienen los jóvenes para irse de México, son la búsqueda de mejores oportunidades para estudiar, formar un hogar o iniciar una vida en pareja. Muchos desean vivir en California, porque ahí tienen familiares, amigos o ahí vive su pareja. En Estados Unidos suelen encontrar empleos como obreros de la construcción y las mujeres como empleadas domésticas o haciendo el aseo en hoteles.

El espacio de estudio
La colonia Constitución se ubica al noreste de Guadalajara, en Zapopan. Colinda al este con La Palmita y Pedro Moreno; al oeste con Los Campitos en la zona arqueológica El Grillo y Villa Belenes; al sur con la colonia Seattle y el Periférico. La conforman 130 manzanas, en una extensión de 117.63 hectáreas y está dentro de los grados de marginación medio y bajo. De acuerdo con datos del INEGI de 2005, sólo el 77 por ciento de las personas de 12 a 14 años acude a secundaria y apenas el 42 por ciento de los jóvenes continúa sus estudios a nivel medio o superior.

La investigadora aclara que las expectativas de los jóvenes de la colonia Constitución varían de acuerdo con su nivel de estudios. Los universitarios quieren salir del país para continuar estudiando, y no piensan sólo en ir a Estados Unidos, sino también en Canadá o Europa, a diferencia de muchos de los jóvenes con estudios a nivel secundaria.

Evidenció que algunos no quieren migrar porque tienen familiares establecidos allá que mandan los recursos para que aquí puedan abrir un negocio, y muchos de éstos son prósperos. Algunos de estos establecimientos son de comida, boutiques, estéticas, tiendas, abarrotes, pollerías, carnicerías, cremerías, expendio de vinos y licores, entre otros, pues en la colonia Constitución abunda el comercio.

Fueron cinco años los que Nicté Castañeda dedicó a realizar su investigación de corte cualitativo. En la misma incluyó 12 entrevistas semiestructuradas en torno a la migración y también relatos de vida. Los dos capítulos finales, el 5 y 6, son los más emblemáticos, porque atañen a la reconstrucción biográfica de algunos de los entrevistados. Los jóvenes dan pormenores de su vida, desde que se imaginaron la migración hasta el momento en que ésta fue una realidad.

Artículo anteriorConvocatoria: Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios
Artículo siguienteDictámenes Consejo General Universitario