El colapso tecnológico a discusión

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La mesa estará dispuesta para quien quiera servirse un café e iniciar el debate sobre lo que depara el futuro a una humanidad que se dirige ciegamente hacia la absoluta interconexión tecnológica.

Armando Martínez Torres, psicólogo y maestro en Ciencias de la tecnología, propone que en el próximo “Café Sociológico” (¿Cómo las tecnologías han transformado a las sociedades?), este lunes 8 de febrero, a las 19:00 horas, en el Fondo de Cultura Económica, se discuta una hipótesis central en su análisis sobre lo que pudiera considerarse la Mátrix —esa red de redes donde estamos concentrando nuestros datos personales, todas las transacciones del aparato financiero e incluso los procesos productivos y la gestión de los recursos naturales y alimentarios. 

La hipótesis del académico del CUCEA y CUCiénega es la siguiente: “La tendencia, según una visión pesimista pero con argumentos, es que vamos hacia la autodestrucción”.

“En este momento y considerando los conocimientos que tengo en tecnología, mi postura es pesimista en cuanto a que pudiéramos mover ese colapso. Incluso, no sé si me dé el tiempo, pero trabajaré en una ecuación para poder ofrecer una predicción”, adelanta Martínez Torres.

El “Café Sociológico”, un programa de discusiones entre académicos y público en general organizado por Jesús Loza Sánchez, académico del CUCSH, tiene un formato abierto donde se insta a los asistentes a colocar argumentos a favor o en contra de los ahí expuestos por el moderador. Martínez Torres ha dicho que ésta no será la excepción y cualquiera podrá dar su punto de vista sobre cómo las tecnologías han modificado nuestras conductas y la conciencia del mundo desde el surgimiento del Homo Sapiens.

“En este momento histórico relacionamos tecnología con lo actual, que es el procesamiento de información, pero me parece que hay un sesgo muy importante, tan importante, que abarca toda la historia de la humanidad”, acota el investigador.

Entre los temas a revisarse en el “Café Sociológico” de esta tarde, puntualiza, están: la historia de las tecnologías —entendidas éstas como producto de la transformación de la materia, donde caben, incluso, las primeras flechas—; el presente, donde las organizaciones privadas y las instituciones públicas siguen creando políticas y estrategias para abrir más puertas de acceso a la red a mayor número de personas; y el futuro, en el que ya gran parte de la humanidad hará intercambios con la red y cualquier colapso en una parte de la misma podrá provocar desastrosos efectos en cadena.

Este colapso, que generaría grandes conflictos sociales tanto al interior del mundo interconectado como fuera de él —sociedades que queden en la periferia o se conviertan en ‘parias’ de esa red— podría darse, incluso, en un periodo menor a cien años, de acuerdo con los cálculos de Martínez Torres.

“No hay vuelta atrás”, asegura. Lo dicen las matemáticas que estudian el crecimiento poblacional y el aumento en el uso de sistemas automatizados. Lo dice, también, la propia Historia de la humanidad, que tiende hacia la evolución y la búsqueda —que difícilmente retorna a un anterior estadio— y lo dicen los estudios que aseguran que nuestra vida en la red también emite grandes cantidades de CO2 al medio ambiente.  

“Llevo datos sobre el costo de enviar un mensaje. Las sociedades nos vamos integrando a la red, pero con una ignorancia en sentido de cuánto va a ser el costo de todo esto”, ratifica el académico.

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