El cine negro de la realidad

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    Los escenarios sociales del país están colapsados por la tragedia, la injusticia, la ausencia de políticas públicas ejecutables y la corrupción, tanto en las esferas del poder como en la vida cotidiana. El género que enmarca los hechos, como si se tratara de cinematografía, es la violencia. Involuntariamente, los ciudadanos actuamos de extras en lo que parece una película de los hermanos Almada. La escena es sencilla: muertos, sangre, decapitados, encajuelados, sujetos que aparecen sin identidad con el rostro tapado, forenses, gatilleros, militares. Y Alejandro Cossío respira el miedo en los oxidados olores de la muerte a través de una lente que le permite traducir su mirada y dar un diagnóstico: México en el punto de quiebre, serie con la que obtiene el noveno Premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI en la categoría de fotorreportaje.
    La fotografía es arte de múltiples interpretaciones y vestigio de un momento. Cossío oscila entre esas dos desde el fotoperiodismo: registra, compone, tira flashazos, descarga y publica. Trabaja para el Semanario Zeta, AP y EFE. No necesita fabricar una imagen, la naturaleza violenta de la ciudad le permite conjugar los elementos de una noticia, dilatar la mirada y que la placa invite al lector a reflexionar. Él dispara día a día en Tijuana. Su arma es una cámara y las balas sus pupilas.
    Alejandro nos dice: “2008 ha sido el año más violento en la historia de Tijuana; todos los medios nos hemos dado cuenta cómo se ha puesto la situación en el país y considero que si no estamos ahí, México se está acercando a un punto de quiebre, un colapso”.

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