El canto del terror

707

Lo que habrá que encontrarse en el Circo de los horrores, Suso Silva lo deja de manifiesto: “El espectador se deja llevar y tiene muchísimo interés por lo desconocido, en una sociedad tan aburrida, tan en camino de la rutina, tan defraudada y desencantada de su vida diaria. Con este circo se ofrece ese paseo por lo desconocido, en un viaje a través de la poética del terror”.

Jesús Silva González, originario de España —y mejor conocido como “Suso Silva” o “Suso Clown”—, es el creador y director del espectáculo Circo de los horrores, el cual mezcla el cabaret, el teatro y el circo retomando a la vez referencias cinematográficas como Nosferatu y El gabinete del doctor Caligari, pero también se ha inspirado en las lecturas de Silva González sobre H.P. Lovecraft. El show estará presente en el Teatro Diana del 4 al 14 de febrero.

Para Suso, quien habla en entrevista para este medio, la atracción que siente el público por el terror es porque “el ser humano es masoquista por naturaleza. Lo que quiere es probar algo nuevo. Nos cautiva lo que tenga que ver con pasar un poco de angustia y desasosiego, que nos remuevan de nuestros asientos, no diría que sufrir porque no es eso, pero sí que te lleven por los caminos inescrutables del pánico y la adrenalina”.

El Circo de los horrores nació alrededor del año 2003, y dice Suso que lo concibió después de haber ganado el Premio Nacional de Circo de su país, porque sintió la necesidad de replantear y actualizar lo que era el circo tradicional, que ha estado en crisis porque ya no ofrecía nada nuevo, y a la vez tratar de recuperar el público joven que por ello se ha alejado de éste.

Sobre las causas por las que Suso eligió este género para el circo, deja en claro que “no puedo decir que sea un acérrimo, loco, freaky, seguidor del terror. Me gusta, pero ni más ni menos que otros temas como la comedia, la aventura y lo romántico. Todo nace de la cabeza de este cómico que soy yo, por eso los espectáculos son tan divertidos a la vez que terribles. Pero tengo que reconocer que haber utilizado el terror fue más bien por una motivación empresarial. Lo que busqué es algo que captara y cautivara a los jóvenes. Siento defraudar a muchos seguidores, pero lo hice sobre todo pensando en acercar a mucha gente, y poderles mostrar un nuevo concepto circense-teatral”.

El espectáculo circense ha tomado un nuevo auge en los últimos tiempos y vuelve a ser apreciado por los grandes públicos. Suso dice que “ciertamente esto es lógico que suceda a estar alturas. En un gran porcentaje lo que se presentaba tradicionalmente al espectador era un engañatontos. Shows muy cutres, casposos, feos, poco cuidados y desarraigados de nuestra cultura. Así que su siguiente paso era fusionarse con otras disciplinas y ofrecer algo mucho más digno, y volver a revitalizar el circo y colocarlo en lo que es: una de las grandes artes del mundo”.

Los orígenes de Suso en este arte son de antaño: “Yo provengo de una familia de circo. Es verdad que mi padre era abogado y mi madre maestra, pero mi tío era un cura que en los años sesenta montó un show que se llamó El circo de los muchachos, que giró por Europa y Latinoamérica, donde éramos ciento veinte chavales, de entre diez y veinte años. Estaba adelantado a su tiempo. Funcionaba también porque eran épocas de protesta. Estuvo en Argentina en tiempo de Videla, nos quisieron secuestrar; en Chile en los días de dictadores; en España con el franquismo; nos catalogaban como izquierdosos y rojos. Pero nunca se nos tomó muy en serio gracias a Dios, y pudimos continuar. Así que mi historia viene de un circo especial, dirigidos por el padre Silva, que supo promover una nueva visión en ese momento”.

En cuanto a si Suso tiene o no un interés en hacer de su arte algo político o social, dice que sí hay en el Circo de los horrores una dosis de ello. “No dejo de hacer un canto a favor de las clases sociales más desfavorecidas, de tendencias o colores diversos. Es también un grito sobre aquellos que no encajan en una sociedad hecha para la masa. También habla de lo aburrido y rutinario que vivimos, y la necesidad de hacernos una historia distinta, de dejarnos transportar a mundos que sorprendan. A que la magia de la vida, aunque sea a través del terror, exista. Yo creo que estoy haciendo política siempre, en mi visión del mundo, pero no como ellos, porque odio bastante a los políticos. Es una de las grandes lacras sociales y nos sentimos todos un poco desamparados en sus manos”.

Artículo anteriorUdeG recibe escrituras del Hospital Civil de Guadalajara «Dr. Juan I. Menchaca»
Artículo siguienteInformes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública