El Hell and Heaven se va

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    Adiós a los rumores. Oficialmente, el comité organizador del Hell and Heaven —el festival consagrado al heavy metal— anunció, la semana pasada, que cambia su sede a la Ciudad de México. Dificultades económicas, y la poca asistencia del público de Guadalajara, significaron la principal causa que obligó al equipo de producción para tomar esta medida.

    Desde sus inicios, en 2010, esta plataforma musical resultó accidentada, algo que se acrecentó en sus ediciones posteriores, particularmente en la efectuada al año siguiente de su fundación, encuentro que presentó como cabeza de cartel a Megadeth. Sin embargo, la pasada edición registró cambios que fueron positivos. El avance fundamental fue ofrecer al público las agrupaciones prometidas, entre éstas, Motörhead y Anthrax.

    Además, resultó substancial la instalación que se hizo del escenario principal, espacio que ofreció las condiciones óptimas para su funcionamiento. Lo anterior, pese a continuar con algunos problemas en su logística, como la selección del sitio donde se realizó, volvió a darle credibilidad a este festival.

    El mudarse a la Ciudad de México, dejar atrás Guadalajara, sin duda representa un revés para la industria de los conciertos en esta metrópoli. La medida también habla del centralismo que sigue existiendo en el país. Para los organizadores, la decisión de este cambio obedece a las encuestas efectuadas.

    El comité indicó que un 80 por ciento de los asistentes al Hell and Heaven Metal Fest, en su pasada edición, fue de personas provenientes de diferentes estados de la república y del extranjero, mientras que sólo un 20 por ciento fue de asistentes de Guadalajara.

    Las reacciones no tardaron en aparecer. Muchas voces están en desacuerdo con el traslado del Hell and Heaven Metal Fest a la capital, algo que puede apreciarse en los comentarios que se generan a través de las redes sociales. La realidad es que estos comentarios ya se vislumbraban. Algunos de estas observaciones muestran claridad, otras, son simplemente voces al vacío.

    Visto como un negocio —que así es—, esperemos que el festival crezca, y que consiga sus objetivos. Entre los desafíos más importantes está el mantener la oferta de grupos que brinden calidad en su trabajo, agrupaciones nacionales e internacionales, y mejorar el total de la infraestructura. Lo importante en este tema es no perder la pista a las acciones que en mediano plazo tendrá que tomar el comité organizador.

    Según informaron en conferencia de prensa, el Hell and Heaven buscará alianzas con otras empresas e instituciones. La idea es que se convierta en un espacio multidisciplinario, en el que convivan distintas manifestaciones culturales. En síntesis, que esta plataforma vaya más allá de lo musical.

    El deseo es que un proyecto de esta magnitud, pese a sus altibajos, no desaparezca. Si la única opción fue el traslado a la Ciudad de México, o sus alrededores, lo más trascendente es que como empresa logre desarrollarse, entendiendo siempre las necesidades del público. Una nueva prueba de fuego está por venir para el Hell and Heaven Metal Fest.

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