Dos rostros de un mismo teatro

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    A la Deriva Teatro comenzó la expedición escénica Argonautas Ópera Prima, que finalmente llega a buen puerto. Susana Romo y Manuel Parra son los argonautas que emprendieron la búsqueda del vellocino de oro a partir de procesos creativos, que en lugar del Mar Negro tienen por conquista el ámbito de la dirección escénica. Romo y Parra, actores de formación, se aventuran costeando el territorio de la dirección, lugar que para ellos había sido poco explorado. El resultado se encuentra vigente en cartelera. Romo presenta Adiós querido Cuco, escrita por Bertha Hiriart, y Parra se gradúa con una obra de Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio (LEGOM), Perros hinchados a la orilla de la carretera.
    Adiós Cuco, adiós querida Perla…
    Subestimado por muchos, el teatro infantil es un espacio para el desarrollo artístico que parte de reflexiones fundamentales sobre la estética de lo cotidiano, de lo más cercano e indomable: las emociones y el cuerpo. Susana es una persona de teatro, posee un sentido puro y aguzado respecto a la escena. Con esas armas se montó en su nave buscando trascender al show de botargas, reyes de merengue y Barbies enamoradas. En principio siguió el camino de migas de una dramaturgia que atiende al pensamiento infantil. Clara, directa, desprovista de diminutivos fáciles y de ritmo ágil, Adiós querido Cuco es la historia de una despedida anunciada, del desprendimiento de un afecto infantil y entrañable. El segundo ingrediente de este exitoso montaje fue el acompañamiento, la generosa presencia de artistas que facilitaron los instrumentos de navegación y la ruta. La actriz de Máquina de Teatro, Clarissa Malheiros apoyó el trabajo actoral del equipo femenino elegido por Romo. La directora, actriz y dramaturga de origen argentino Perla Szuchmacher fue quien anunció con potente grito el avistamiento de la ansiada costa. Romo y su grupo llegaban a la construcción de personajes creíbles que han sido capaces de contar una historia compartida por todos: la pérdida de uno de nuestros amores primeros. Ahí estamos como un pajarraco regordete, como una niña incansable corriendo en los patios de la casa vieja, remoloneándonos en las faldas de la abuela, cobijándonos en sus enaguas. Pola, la niña de la historia, luego del dolor, consigue despedirse sonriendo como Perla lo hiciera. Adiós querido Cuco fue uno de los últimos trabajos que realizara Szuchmacher antes de su muerte, acaecida el pasado 10 de mayo.
    Cuando pensamos en este género teatral, no sólo hay que considerar la profesionalización y seriedad con la que se ha de tomar un proyecto de teatro para niños, sino además el compromiso con la educación estética de un público que esperamos siga creciendo en las salas. Hay que separarse de la torpe justificación moral con la que se promocionan espectáculos infantiles mediocres e incluso nocivos. Por todo esto, hay mucho que celebrar en el trabajo de Romo, la joven argonauta que explora la contradicción sentimental del universo infantil a partir de lo que se va y aquello que, silencioso, llega.

    Perros ladran entre basura
    La decisión del otro Jasón ha sido la de explorar el estatus social y la autoconcepción del ciudadano contemporáneo, a través de la dramaturgia de LEGOM. Luego de un trabajo de gestión y actuación constante en el proyecto de Inverso Teatro, Parra se arriesga para recorrer las nuevas rutas de la dirección escénica. Influido por el quehacer teatral de Martín Acosta y Jorge Vargas, entre otros, el proyecto Argonautas le permitió a Parra acompañar su viaje con la perspectiva creativa de la también directora escénica Juliana Faesler, quien como el viento del norte a los viajeros griegos, le facilitó el combate y le permitió la llegada.
    El trabajo de Parra partió de la deconstrucción de algunas convenciones clásicas de la escena. La importancia que da a la acción y al movimiento de los actores en su versión de Perros hinchados a la orilla de la carretera, lo llevó a intervenir el espacio de la sala y eliminar las butacas. La síntesis semántica que está detrás de la señalética de la ciudad que todos conocemos, representa de algún modo la intención por expresar la reducción humana de estos personajes de LEGOM. Perdidos en el desempleo, los sujetos deambulan admirando los centros comerciales, edificios que hoy definen y deprimen el espacio urbano. Ellos permanecen fuera, por eso insisten en generar un sentido de pertenencia dentro de su grupo marginal y degradado. La dramaturgia elegida demanda una lectura polifónica y abierta. Las dificultades discursivas de Perros hinchados… no son pocas y Parra optó por concentrarse en el contraste de la aparente falta de nudos en la historia, con el recurso de la oscilación compositiva. Los actores van y vienen, se divierten retratándose unos a otros sin saber que lo único que hacen es caminar en círculos entre la basura.
    La profesionalización teatral en Guadalajara se había concentrado en la parte actoral, dejando que el aprendizaje del resto de los dispositivos escénicos simplemente ocurriera. Argonautas abre la puerta a la reflexión y desarrollo de la dirección. Los primeros resultados pueden verse en el Teatro Estudio Diana, en donde Romo y Parra esperan el crédito del evaluador más importante: su público.

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