Dos fragmentos de Vevia Romero

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Todo conocimiento humano se expresa por medio de frases (todo conocimiento humano, toda ciencia, todo lo que puede decir un ser humano acerca de sí, de su interior, de sus relaciones, se expresa por medio de frases). Las frases se componen de palabras (es decir, por más sublime que sea un pensamiento aunque sean las últimas experiencias de San Juan de la Cruz ya en grado 180 —si es que existe eso— de su mística, lo tiene que expresar en palabras) Y las palabras son signos, son signos con respecto a la realidad, y son signos respecto a nuestros pensamientos: son signos de nuestro pensamiento y son signos al mismo tiempo de la realidad exterior. Por lo tanto, se justifica la existencia de una ciencia que se dedique al estudio de los signos: la Semiótica. (26-27)

Introducción a la semiótica,

Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2000.

Lo que interesaba a nuestra investigación en este momento de las CONCLUSIONES, era justificar científicamente el calificativo de ambiguo aplicado al discurso TL/FL [Teología de la liberación / Filosofía de la liberación]. Hemos querido mostrar que ni en una teoría lingüística burguesa, ni en una teoría lingüística marxista, es impertinente hacer esa observación. En la primera, porque la investigación semántica demuestra la posibilidad de un sentido para los miembros de una comunidad lingüística. En la segunda, porque la lengua no es una superestructura de tal tipo, que al reflejar mecánicamente las condiciones económicas y materiales de la vida, impida la comprensión entre miembros de distintas clases. […] Ahora bien. Decir que un discurso es ambiguo no quiere decir que ese discurso esté vacío de significado. En el caso de los mensajes poéticos (como mostró Umberto Eco aduciendo el ejemplo de los poemas de Petrarca) la ambigüedad es la condición indispensable de su contenido estético. Si fueran mensajes redundantes, es decir: con un máximo de garantías para excluir el ruido, serían mensajes triviales, no serían poéticos. Algo parecido podría ocurrir con este discurso político-religioso latinoamericano, que hemos venido llamando discurso TL/FL, por nutrirse de la teología y de la filosofía de la liberación. (320).

El discurso político-religioso en América Latina,

Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 1990.

(Colección Fin de Milenio)

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