El óleo del ex Rector General de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, período 2013-2018, obra del pintor jalisciense José de Jesús Galindo Sánchez, fue develado el pasado sábado 23 de marzo, en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
Dicho retrato se ubicará en la galería de este recinto, junto a jaliscienses que dejaron un importante legado a esta Casa de Estudio como Enrique Díaz de León, Constancio Hernández Alvirde, Jorge Matute Remus, José Parres Arias y Raúl Padilla López, entre otros, subrayó el Rector General de la UdeG, Miguel Ángel Navarro Navarro.
Aseguró que Bravo Padilla ha estado estrechamente ligado a la UdeG. Desde su vida estudiantil demostró sensibilidad por los problemas sociales, y con el tiempo ha puesto su experiencia y capacidad al servicio de la Universidad como dirigente de alumnos, profesor y servidor público.
“En los años de su gestión como Rector General, la Universidad tuvo un crecimiento muy notable en la matrícula, lo que se tradujo en más oportunidades de estudio para los jóvenes jaliscienses. Además, la institución se consolidó en materia de transparencia, rendición de cuentas, orden financiero, y algo muy importante, se logró mejorar sustancialmente la gestión, distribución, aplicación y comprobación de los recursos”, dijo Navarro Navarro.
Destacó que Bravo Padilla apostó por el desarrollo científico, la innovación, la internacionalización, la sostenibilidad e inclusión. Y ha sido férreo defensor de los principios de educación superior pública, laica, autónoma y de calidad, cimentada en la libertad de cátedra y en la facultad de autogobierno que le confiere el artículo Tercero Constitucional.
Bravo Padilla, cuadragésimo octavo rector y vigésimo octavo de la era moderna, expresó que haber ocupado este cargo representa la culminación de una trayectoria dedicada a pensar y trabajar siempre en pro de la UdeG.
Recordó la transformación de la Universidad en 30 años y dijo: “Pasó de ser una Universidad con un impacto esencialmente concentrado en la docencia, a la segunda Universidad después de la UNAM, con aspiraciones y capacidades globales en los ámbitos de la formación profesional, la investigación científica y la vinculación y, la difusión de la cultura”.
“La Universidad de Guadalajara es una gran Institución. Para muchos jaliscienses es nuestra pequeña patria. En ella convivimos con respeto y tolerancia. Gracias a ella aprendemos a pensar críticamente y a razonar científicamente. Por ella, sabemos que es posible transformar. Por ella, tenemos una misión y un sentido de pertenencia”.
