Deutsch Kino in Guadalajara

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A tres meses de dar inicio el Festival Internacional de Cine en Guadalajara en su edición treinta y dos, ya se especula sobre quiénes serán las posibles celebridades alemanas que se pasearán por la alfombra roja este año. Se habla de Wim Wenders (Paris, Texas 1984), de Tom Tykwer (Corre Lola Corre 1998) y de Fatih Akin (Contra la pared 2004). “Si en el FICG 26 nos visitó el director alemán Werner Herzog cuando el país invitado era Israel, no veo tan descabellado que este año traigan a Wenders”, se escucha por ahí en los pasillos del Departamento de Imagen y Sonido de la Universidad de Guadalajara.

De la que no se duda es de la presencia de la directora Doris Dörrie, ya que se proyectó Greetings from Fukushima (2016) durante la clausura del pasado FICG 31 como una forma de bienvenida para Alemania. Esta sería la segunda vez que la realizadora visite Guadalajara, lo hizo hace cinco años durante la Feria del Libro en su edición veinticinco, cuando Alemania fue el país invitado.

El cinéfilo tapatío tiene gran empatía por el cine alemán películas como El Gabinete del doctor Caligari (Robert Wiene), El cielo sobre Berlín (Wim Wenders), La vida de los Otros (Florian Henckel) o Good Bye, Lenin (Wolfgang Becker), que lograron un lleno total tanto en salas comerciales y de arte de esta ciudad. La más representativa: Corre Lola Corre (Tom Tykwer), una sacudida con adrenalina para una nueva generación de espectadores.

INT. SALAS LUX. TARDE DE 1998
Todo es oscuridad en la sala de cine. Un hombre con una linterna nos guía hasta nuestros lugares. Tenemos la emoción y la incertidumbre de que estamos a punto de presenciar la película más  “alternativa” “underground” “cool” “experimental” y “locochona” de la historia del cine alemán, adjetivos que han circulado en los últimos días en boca de unos, de muchos: “Dicen que está bien chingona, pero hay que llegar mínimo unas tres horas antes  porque los boletos van a volar”; y era cierto. Nunca vi una fila tan larga en la taquilla de las Salas Lux.

Inicia la función. La pantalla en negros y el tic tac de un reloj, que luego descubrimos es de números romanos, cuyas manecillas avanzan a gran velocidad. Enseguida, en una plaza de Berlín una multitud camina de un lado a otro en cámara rápida, a su vez una voz en off masculina nos dice que “el hombre es la especie más misteriosa de nuestro planeta”, al mismo tiempo que escuchamos una melodía electrónica que dan ganas de pararse a bailar. En la pantalla seguimos viendo gente caminar en cámara rápida; de repente la cámara se detiene y vemos a una mujer de edad mediana, de cabello corto y negro que mira a la cámara; volvemos a ver a la multitud caminando, la cámara se vuelve a detener frente a un chico de sudadera roja, después lo hace frente a un hombre de traje con corbata, en seguida frente a una mujer que lleva en brazos a un niño y al final lo vuelve hacer con un policía sonriente que se dirige a la cámara: “La pelota es redonda, el juego dura noventa minutos”.

“Hasta aquí muy claro todo, el resto son teorías”. Desde un ángulo en picada vemos al policía tomar un balón de futbol y patearlo hacia las nubes. La cámara se aleja a la velocidad del balón y desde muy alto vemos a la gente formar la frase Lola Rennt. Mejor conocida en nuestro país como Corre Lola Corre.

Así el director Tom Tykwer nos dio la bienvenida a los espectadores con su original presentación de créditos. Lo demás ya es historia: terminando la función todas las chicas queríamos ir a Berlín y teñirnos el cabello de ese rojo y todos los chicos querían tener una novia con ese look y vivir la adrenalina de los personajes. Pero eso no sólo ocurrió en México sino en todo el mundo. Tan importante se volvió el look del personaje de Lola interpretado por Franka Potente, que años después pude constatar que en el Museo del Cine de Potsdam, Alemania, hay un lugar especial donde se exhibe la peluca y los pantalones de la protagonista.

Año Dual
Este es el Año Dual Alemania-México, comenzó en junio pasado con la muestra “50 películas 50 años” para celebrar el aniversario del Goethe-Institut en México. Durante este marco se proyectaron películas desde 1966 al 2015. Se mostraron distintos temas, historias, movimientos cinematográficos y se pudo apreciar el trabajo de directores que marcaron la historia del cine alemán, así como de realizadores contemporáneos y de nuevas generaciones de cineastas como Maren Ade y Dietrich Brüggemann. Se presentaron clásicos como Fitzcarraldo de Herzog, Alicia en las ciudades de Wenders, hasta cine más underground como Senderos de la noche de Alexander Kleinert y Love Steaks de Jakob Lass.

Ahora sólo hace falta cruzar los dedos y esperar lo mejor del país germano en cuanto a cine se refiere. Dejarnos sorprender por su creatividad y la sencillez de sus directores y actores. Tuve la fortuna de vivir un tiempo en Alemania y de tener una retroalimentación con Wim Wenders en una Universidad, y otra con Daniel Brühl, protagonista de Good Bye, Lenin, en una fiesta. Gente que le gusta compartir y aprender de los demás. Ojalá nos visiten muchos realizadores, guionistas, productores y actores alemanes y se cuente con suficientes espacios para convivir y aprender de todos ellos en el próximo FICG 32.

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