Desempolvan el pasado

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    La venta de antigí¼edades llega a Zapopan. De aquello que nació como el Trocadero, un mercado de esta clase de artículos que cada domingo es instalado en el cruce de las avenidas México y Chapultepec, salieron algunos vendedores que aprovechan los espacios ofrecidos por ayuntamientos como el de la villa maicera, para establecer sus puestos y vender este tipo de productos.
    En un recorrido matutino por el andador Zapopan, frente al Museo de Arte, máquinas de escribir antiguas, como la Remington, llaman la atención de los paseantes.
    En el espacio de Eduardo Montaño pueden ser vistas, además de la Remington negra con la barra espaciadora partida a la mitad, pero con las teclas restantes en buen estado, máquinas de coser Singer empotradas en mesas de fierro, herramientas, planchas para ropa, radios y calentadores que utilizan gasolina.
    Aunque abogado de profesión, Montaño decidió incursionar en la venta de estos objetos, desde hace cuatro años.
    Su contacto con estos es más viejo. “Comencé a coleccionarlos hace 15 o 20 años. Compraba máquinas de coser o escribir, así como proyectores de cine, solo por gusto. Me llamaban la atención los aparatos viejos y las antiguas formas de fierro, creadas con metales como el antimonio”.
    Más allá de vender y comprar, el exabogado crea. En su puesto hay lámparas hechas con máquinas de coser o calentadores, a las que pone una pantalla. Así tiene “la posibilidad de convertir la basura en algo decorativo y útil”.
    Adelante hay otros comerciantes. Monedas antiguas de varios países pueden ser adquiridas a bajo precio. Por ejemplo, una de 200 pesos mexicanos, de 1986, con la leyenda del Mundial de futbol México ’86, cuesta alrededor de 35 pesos.
    También hay joyería de plata, fonógrafos, acetatos, libros, toda una serie de artículos para quienes gustan de desempolvar y encontrar maravillas que encierran una historia, pues a decir del propio Montaño, “las cosas viejas son como documentos”.
    En una ocasión le llegaron unas espuelas que, al parecer, habían pertenecido al cura Miguel Hidalgo. “Provenían de un lugar cercano al puente de Calderón, por Zapotlanejo. Dicen que Hidalgo las olvidó, en una batalla efectuada en dicho sitio”.
    Aunque existen objetos valiosos, no son fáciles de vender o asegurar su procedencia. En este sentido, la compraventa de antigí¼edades tiene otra cara, concerniente a la comercialización de aquellos artículos cuya legitimidad es dudosa.
    Montaño ha visto, en algunas ocasiones, pinturas de Clemente Orozco, marfiles viejos (el nuevo es ilegal) y demás cosas.
    “Cuando llegan productos que me pueden meter en problemas, no los adquiero, porque no los puedo comprar y además cuesta venderlos”.
    De acuerdo con Montaño, hay clientela que sabe de personas dedicadas a este tipo de actividades y compra los objetos que ofrecen.
    Él maneja productos más baratos, como artefactos de fierro que van de los 10 a los dos y cuatro mil pesos, en el caso de fonógrafos. Algunos productos, como ángeles tallados, aun cuando no entran en la categoría de objetos antiguos, son vendidos hasta en 13 mil pesos.
    Su rutina de trabajo abarca el andador Zapopan, el Trocadero, Tonalá y Ajijic, entre otros pueblos, donde consigue piezas que guarda en una bodega. Sus ganancias, aunque variables, aseguran los gastos de comida, la escuela de sus hijas y otras necesidades.
    Explica que este negocio experimenta alzas en ciertas épocas del año. En diciembre, por ejemplo, hay más gente que compra, porque tiene dinero en ese momento, mientras que pueden pasar meses con poca o ninguna venta.
    Persiste una falta de conocimiento hacia esta actividad, pues en ocasiones las personas ni siquiera respetan el trabajo del comerciante de antigí¼edades.
    “Lo primero que oyes cuando alguien llega a tu puesto es que son pinches fierros y basura. En este sentido, no respetan el trabajo de uno, aunque es una actividad lícita y creativa.
    “Pero ya estamos formando una asociación cuyo propósito consiste en revalorar esta labor, para que sea respetada”.

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