Descomponer lo figurativo

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Hizo a un lado el Photoshop y se concentró en descomponer la figura humana sólo con herramientas plásticas. José Luis López Galván, con el tiempo, se vio a sí mismo abandonando por completo la disciplina en la que se formó —Diseño para la Comunicación Gráfica de la Universidad de Guadalajara— para convertirse en artista de tiempo completo.
López Galván expone desde el 25 de febrero una colección conformada por quince piezas —óleos, acrílicos, carboncillos, dibujos y pasteles— en la Alianza Francesa de Guadalajara, sede López Cotilla, por invitación de Gabriel Martín —promotor cultural de la institución—, quien reconoce en el artista un talento que le proporciona todo para convertirse en una referencia del arte figurativo a corto plazo.

“Es un grupo de obras basadas en el fluido, trato de hacer composiciones en las que los objetos se integran a una forma, como lo haría el agua”, destaca López Galván sobre su obra.

La exposición, por tanto, lleva el título Mujeres de agua y reúne los dibujos con los que López Galván ensayó los primeros rostros a medio camino entre lo humano y lo animal; el pintor, por ejemplo, ha transformado a Picasso en un toro. La exhibición integra también los óleos de mediano formato donde el artista ha hecho caber a su musa, su propia novia, en espacios reducidos. En el trabajo hay un afán por trasgredir la figura, reducir su corporeidad para lograr rostros y cuerpos que sí pueden adquirir la forma de su recipiente.

“El Photoshop no te puede dar eso, porque cuando estás pintando son muchísimos ajustes, muchísimos detalles que vas cambiando, cosas que dibujas completamente de tu mente y no te lo da una fotografía”, dice el exdiseñador gráfico.

“López Galván estaba jugando con la antropomorfización de ciertos animales; no me gustaba mucho, pero sí había muchos cuadros con elementos humanos muy interesantes”, señala Martín sobre la curaduría.

José Luis ha llegado hasta aquí por medio de una transición que lo trastocó todo. Siempre ha dibujado, de acuerdo con su propia narración, por ello cuando le llegó el momento de elegir una licenciatura se inclinó por el programa en Diseño para la Comunicación Gráfica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño. Cuando concluyó la carrera, hace seis años, ya había pasado de hacer sus pininos en la plástica a ser un artista incipiente con alguna obra lista.

Al egresar, encontró que el mercado laboral para el diseño gráfico en Guadalajara no era el mejor y comenzó a dar salida pública a su obra pictórica a través de las redes sociales; de a poco, el hobby se convirtió en la principal fuente de ingresos del ahora artista. El diseño gráfico, el Photoshop, el InDesign han quedado en el pasado.

Por otra parte, López Galván, quien ya cuenta en su currículum con exposiciones colectivas e individuales en la Galería de Arte del Tren Ligero, el exConvento del Carmen, la Galería Alejandro Carrillo y la Alianza Francesa, no está interesado en comercializar a través de los métodos de valoración del mercado del arte. Prefiere eliminar intermediarios y apoyarse en internet.

“Hoy hay muchas posibilidades, lo he hecho muy natural. No sabía de galerías, de coleccionistas ni nada de eso. Naturalmente, subes tus cosas a Facebook, haces un blog, subes videos y de ahí comienzas a darte a conocer”, explica.

Mujeres de agua se exhibirá en la Alianza Francesa de Guadalajara hasta después del periodo vacacional de Semana Santa y Pascua.

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