Datos personales circulan sin control

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El uso de información privada ha permitido nuevas formas de servicio. Sin embargo, la necesidad de brindar una protección adecuada contra el posible mal uso de la información es inminente.
En México hay una dualidad respecto a los datos personales de cualquier ciudadano: la información privada circula con la mano en la cintura en el Buró de Crédito, pero al mismo tiempo existe el secreto bancario, solo por citar un ejemplo.
Por diversas circunstancias, proporcionamos de buena fe nuestros datos personales a instituciones bancarias u organismos de prestigio como el Instituto Federal Electoral (IFE), por ejemplo, y un buen día el teléfono particular no deja de sonar para ofrecernos nuevas tarjetas de crédito, un seguro de vida, planes de viajes nacionales y extranjeros o simple y sencillamente para extendernos una invitación a que cambiemos de compañía telefónica. ¿Cómo consiguieron nuestra información?
El foro Protección de datos personales, efectuado por el Congreso de la Unión el 23 de agosto, dividió las opiniones.
Representantes del Banco de México (Banxico), empresas y legisladores, se manifestaron por abrir esos datos “al flujo de la economía”, mientras que el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) y académicos consideraron que es necesario proteger primero al ciudadano y después, pensar en la comercialización.
En entrevista para Gaceta Universitaria, el director jurídico de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Guadalajara, Bernardo Valle Cevallos, expresó en forma tajante que los datos privados deben estar protegidos. “Jurídicamente es necesario regular la información de las personas, como se aplica en otros países: Argentina, Alemania e incluso Estados Unidos”.
En México ha habido un abuso en cuanto al manejo de la información privada, sobre todo con fines de lucro.
Los mexicanos, recordó, tenemos derecho a la privacidad de nuestros datos. Por desgracia, hay empresas que los usan sin ninguna regulación. Tal es el caso del Buró de Crédito, una sociedad mercantil que ofrece datos de personas o negocios con cartera vencida o solvencia económica, a compañías que así lo soliciten, como son las propias instituciones bancarias, telefónicas, aseguradoras y agencias automotrices.
–Porque sí hay empresas que se dedican a la venta de datos personales, con la anuencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ¿no?
–Así es… y además es posible que maneje (Buró de Crédito) información incierta que puede generar daños y perjuicios a un ciudadano al momento de solicitar un crédito, iniciar una empresa o una nueva negociación.
Legislar el manejo de estos datos “es una necesidad y es algo en lo que México se está tardando”.
Por supuesto, hay dependencias o secretarías de Estado que deben contar con información personal y que “por ley deben manejar, por ejemplo el Infonavit, el IMSS y la SHCP. Esa información está para ciertos trámites. Pero sí es necesario regular el hecho de que personas morales lucren con ella”.
–¿Y la legislación mexicana que dice al respecto, o no señala nada?
–Es lo malo, no regula la información que manejan estas casas comerciales.
Según datos del IFAI, existen alrededor de 60 países que han adoptado leyes en torno a la privacidad. Casi todas siguen el modelo de la Unión Europea.
El presidente del Instituto de Transparencia e Información Pública de Jalisco, Augusto Valencia, dijo que sin lugar a dudas debe existir un resguardo de los datos privados de cada uno de los ciudadanos.
“Los académicos, técnicos y el gobierno deberán expresar lineamientos generales en los cuales tengamos que trabajar… Debe haber algunos candados para que la información personal se conserve así. A la vez la información que se genera con recursos privados pues deberá gozar de alguna confidencialidad en su resguardo”.
Augusto Valencia se dijo convencido de que es necesario aplicar el derecho a la privacidad y a la intimidad de los datos personales. Este tendrá que ser garantizado a través de los órganos institucionales.
En un comunicado de prensa fechado el 28 de junio de este año, Horacio Aguilar ílvarez, comisionado del IFAI, dice que ese organismo, en cuanto entidad para proteger los datos personales, debe trabajar en la privacidad de la información que obra en los archivos de la administración pública federal.
Augusto Valencia concluye que todos los países “tienen que ir avanzando sobre estos procesos. Sin duda, México deberá estar analizando temas de vanguardia para proponer modificaciones que mejoren la calidad de vida de sus habitantes, y aquí entran temas como este”.
Así, es necesario legislar y conformar organizaciones ciudadanas que garanticen la privacidad de los datos personales de cualquier gobernado.

Negocios tapatíos
Este es un problema serio en México. Hasta ahora solo han surgido esfuerzos aislados para defender este derecho. Tan solo en el municipio de Guadalajara se estima, en forma conservadora, que existen por lo menos 20 empresas dedicadas a la venta de esta clase de información a cualquiera que esté dispuesto a pagar por una base de datos.
El profesor investigador del Departamento de Estudios e Investigaciones Jurídicas, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Rubén Flores, indicó que para contrarrestar este problema se requiere crear una cultura ciudadana sobre nuestro derecho a que la información sea verdaderamente privada.
Que la legislación “permita el establecimiento de organismos ciudadanos que defiendan unilateralmente los derechos de usuarios y consumidores frente al Estado y crear una verdadera Procuraduría de la Defensa de Usuarios y Consumidores”.
El papel de la actual Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) es limitado, pues no vela por los derechos del usuario. Por lo general busca una conciliación entre particulares y empresas, en materia de bienes y servicios.
Otro esfuerzo aislado es la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), instancia a través de la cual los problemas casi siempre se resuelven mediante la conciliación.
Por ello, el catedrático insiste en que los esfuerzos en México para garantizar la privacidad de la información personal están divididos. “Es necesario que se conjunten los esfuerzos para que el ciudadano comprenda que debe tener un frente de defensa y que es indispensable luchar contra el tráfico ilegal de datos.

El caso español
En España el uso de datos personales sin la autorización del interesado es sancionado económicamente e incluso se suspende a la compañía que viole dicha disposición.
“La protección a la intimidad de las personas está consagrada, apuntó Rubén Flores. Las leyes, explicó, no solo son aplicadas para el nombre, dirección, teléfono y correo electrónico de un individuo sino también para su preferencia sexual, usos y costumbres, estado civil, movimientos financieros, etcétera.
Aclaró que la defensa está en manos precisamente de las organizaciones sociales, a través de un catálogo de derechos.
Por el simple hecho de que una empresa o un particular haga llegar propaganda política, información comercial o de servicios al domicilio de alguien sin su autorización, la compañía o la persona es sancionada, pues se parte del principio: ¿cómo consiguieron los datos privados?

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