Cultura perdida

    640

    Quiero darles una enorme felicitación por la nota respecto a la construcción de Walt Mart en Teotihuacan, en el número 374 de Gaceta Universitaria, del 10 de enero del presente.
    Soy una persona que ama la cultura y la riqueza mexicanas. Me apasiona todo lo relacionado con la arqueología de este país y la internacional, por lo que deseo manifestar mi descontento e indignación acerca de lo acontecido hace poco en Teotihuacan sobre dicho tema.
    ¿Cómo es posible que toleremos un México en donde a quienes nos gobiernan no les interesa nuestra cultura?
    No cabe duda que somos un país de primer mundo, sí, pero en materia de corrupción, en el que los que están arriba o los organismos creados para el estudio, conservación y cuidado de nuestro patrimonio histórico, no hagan nada para evitar este tipo de barbaridades que nos afectan a todos los mexicanos.
    ¿Qué pasa con nuestras autoridades, que no hicieron nada para evitar esto?
    Como era de esperar, hay muchísimo dinero de por medio y como siempre, las empresas extranjeras vienen a México a hacer riqueza a costilla de todos nosotros.
    Qué sabio es el dicho que asegura que “con dinero baila el perro”, pero la que baila en este caso es nuestra preciada cultura.
    Parece que a nuestro presidente no le interesa, porque él solo se dedica a decir y en tono de burla, como ya es su costumbre, “venga a nosotros otra entradita de dinero”.
    ¿Y ahora qué sigue? Construir a un costado o tal vez en la parte superior del castillo de Chichén-Itzá, una sucursal de la cadena más reconocida en el ámbito mundial, de comida rápida, para que cuando los turistas lleguen a la cúspide, les vendan una cajita feliz, para mitigar su hambre y cansancio?

    Adrián Bárcenas Yepis,
    egresado de la Escuela Preparatoria 2.

    Artículo anteriorNiños jornaleros del Felipe íngeles
    Artículo siguienteHéctor Rangel Villalobos