Cuando las letras se resisten al papel

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En 2007 Elena de la Peña, docente de la Preparatoria de Tonalá, se dio cuenta de la creatividad de los jóvenes tonaltecas no sólo en la cerámica sino también en las letras. De allí surgió un canal para difundir ese talento a través de las letras: la revista Destellos, que a la postre tomaría el nombre de Tonalli.

La publicación cumple diez años resistiéndose a abandonar al papel, a pesar de la evolución digital. María Estela Torres Guillén, actual directora de la revista, comenta que han generado un público cautivo que la espera semestre con semestre. En total, son catorce números y como los antecedentes de publicaciones de periodismo cultural del siglo XX, propone cuento, poesía, crítica y reseña. También atiende a la gráfica e incluso incursiona en la creación literaria en otros idiomas.

Así como Tonalli se resiste a no dejar el romanticismo de la lectura en impreso, de la misma forma se inspira —quizá de manera inconsciente— en las dos grandes revoluciones de los movimientos de periodismo cultural que se dieron durante la historia del siglo XX en México. Uno de ellos nacido con el amanecer de esa época y en el ocaso del Porfiariato y, otro, ya entrado en las décadas de las revueltas; y la de los sesentas y setentas.

La crítica política era uno de los elementos que fortalecían el trabajo de aquellos rotativos y la estética no era ajena a la información: se mantenía un orden en cuanto a datos, críticas, opiniones, así como las referencias gráficas. La única diferencia entre aquellos y Tonalli, es que algunas de la críticas que emplea la publicación de la Preparatoria, es de carácter posmodernista: el hombre contra la máquina, o puede entenderse también como el humano contra la tecnología digital.

Tonalli es un aliento de palabras que nacen desde el entorno de un lugar hecho de cerámica y que a pesar de que la lectura, la información y la infinidad de referencias informativas se muden a lo digital, el trabajo —la cosmovisión y la inspiración— de un cúmulo de bachilleres se aferra a letras que se resisten desde el papel.

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