El pensar a diario en asistir a clases al Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) me llena de ilusión y de expectativas, del deseo de aprender y ser mejor cada día, pero al bajarme del camión y llegar a la calle de Salvador Quevedo y Zubieta, siempre hay algo que me borra la sonrisa por algunos minutos. El hecho de tener que cruzar una calle que se torna tan peligrosa y congestionada a todas horas del día, aun existiendo semáforos muy pocos conductores los respetan.
No son esporádicos los casos en que me a tocado presenciar que un conductor desesperado por el embotellamiento, al ver que el semáforo no marca el siga se pasa el alto no importando si niños, adultos o ancianos que cruzan la calle en esos momentos.
Me preocupa que algún día le suceda un accidente a algún niño, o que un automovilista se distraiga por un segundo y ocasione un accidente fatal entre varios coches, en donde los más perjudicados siempre seremos los peatones.
No sé si la solución sea poner vigilancia en este lugar o cambiar de semáforos, de lo contrario nos lamentaríamos de accidentes que podrían afectar a amigos o conocidos. Esperemos que las autoridades correspondientes hagan algo al respecto, para que esta situación cambie muy pronto por el bien de todos.
Paola Elizabeth González Mercado, estudiante de medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.
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