“Amanda, ciérrale”, decía el comercial, y bien chilango por cierto. Pues parece que ya se les apareció no Lolita de Hacienda, sino dicha Amanda la del agua a los provincianos del Distrito Federal.
Ahora nosotros habremos de cuidarnos, no vaya ser que con que el sistema Cutzamala no les alcance de aquí al próximo año, y quieran quitarnos algunos estados aledaños a Jalisco, la poca que va quedando en Chapala, para pasarle de la suya a los habitantes del valle de México. Y además, que por su culpa los del SIAPA quieran subir el costo del vital líquido.