Crear profesionales para el crecimiento petrolero

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La inminente inversión de empresas internacionales en el sector energético mexicano viene de la mano con una demanda de profesionistas calificados en los procesos de exploración, extracción, transformación y comercialización de petrolíferos, por lo cual las universidades tienen el reto de formar a ingenieros y especialistas que atiendan las necesidades de las compañías inversionistas, afirmó José Enrique Villa Rivera, al dictar una conferencia, como parte de la Cátedra Jorge Matute Remus, en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la Universidad de Guadalajara.

El ex director del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) y del  Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), señaló que si bien la producción de barriles de crudo ha ido en picada, el descubrimiento de nuevos yacimientos y las recientes licitaciones para que empresas internacionales se asocien con Petróleos Mexicanos (Pemex) significan inversiones multimillonarias.

“Hay nuevos requerimientos de personal y no queremos importar de nuevo. Hay un flujo importante de profesionistas del sector que son venezolanos o peruanos y que vienen a México sustituyendo a manos de obra nacional. Recientemente Pemex y la Comisión Federal de Electricidad en sus programas estratégicos estimaron que en 2018 se necesitarán 145 mil nuevos profesionistas para este sector”, apuntó.

Recordó que en la primera ronda de licitaciones en 2015 se ofrecieron 14 bloques en aguas someras y solamente se adquirieron dos, lo cual causó críticas entre la opinión pública. Sin embargo, para la segunda ronda aumentó a tres ganadores y en la ronda tres, para extracción en tierra, los 25 bloques que se licitaron  fueron adjudicados. Tan sólo en estas tres rondas la inversión será de 7 mil millones de dólares, que aunque es menos de lo que esperaba, va a generar una demanda de profesionales calificados.

Actualmente el sector energético ocupa a 200 mil personas en México y cuenta con una tasa salarial superior al promedio nacional. Mientras que un trabajador gana en promedio 5 mil 609 pesos al mes, en la extracción de petróleo la percepción ronda en 18 mil 223 pesos. A todo esto se suma la estabilidad laboral.

Pero no todo es miel sobre hojuelas. Admitió que México tendrá que buscar nuevas estrategias para no seguirse rezagando en el contexto internacional. En 2004, se producían en este país alrededor de 3.4 millones de barriles al día, y para 2016 solamente 2.4 millones.

Es por ello que se requerían recursos para explorar, extraer y transformarlo y vender el petróleo, sobre todo porque en tierra y aguas someras se está terminando y es imperioso ir a las aguas profundas. Además de que se descubrieron nuevos yacimientos, dos de ellos podrán aportar 160 millones de barriles durante su vida útil. Pero se requiere inversión para explotarlos, de lo contrario podrían pasar hasta diez años antes de sacar el primer barril.

“La Reforma Energética mantiene la propiedad de los energéticos en manos del Estado mexicano, pero permite que las compañías internacionales se asocien con Pemex y permite la participación de terceros en actividades que antes eran intocadas, como la refinación, petroquímica básica, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos. Todo esto requiere garantizar un flujo de refuerzos humanos capaces de sacar todos los procesos”.

Recordó que el panorama podrá mejorar con la ronda 1.4  que se realizará en diciembre, y a la cual los medios de comunicación ya denominan como “la joya de la corona”,  pues ofrece diez bloques en aguas profundas. Participan 23 empresas, entre las cuáles están las de mayor peso mundial, como  Chevron, Repsol, Petrobras, China OffShore Oil Corporation, ExxonMobil, Mitsubishi, Mitsui, PetroCanadá, Shell, Statoil y Total; por lo cual se anticipa  mayor inversión.

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