Contra la hepatitis A

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    En abril, a través de los medios nos enteramos de la existencia de algunos casos de hepatitis A en las universidades Cuauhtémoc y en el Tec Guadalajara.
    Si bien no han reportado la presencia de esta enfermedad en nuestra casa de estudios, pregunto: ¿todos los que nos hemos visto en la necesidad de consumir alimentos fuera de nuestro hogar, por compromisos laborales y académicos, estamos en riesgo de padecer esta enfermedad?
    Fuera de las escuelas preparatorias y centros universitarios existen expendios de alimentos donde más del 80 por ciento de la comunidad universitaria hemos acudido en alguna ocasión. Sin embargo, ¿nos hemos interrogado cómo fueron preparados?
    El Departamento de Epidemiología, de la Secretaría de Salud, por medio de su boletín de prensa de fecha 28 de abril del presente, describe a la hepatitis A como una enfermedad viral, altamente infecciosa.
    “Es causada por un virus que afecta el hígado, lo que provoca su inflamación. Es transmitida principalmente de persona a persona por vía fecal-oral, es decir, al consumir alimentos y agua contaminados con excremento o polvo que contenga el virus.
    “La infección es más común en jóvenes y adolescentes. Se propaga más fácilmente en familias numerosas y en sitios de concentración humana.
    “Los síntomas iniciales pueden ser leves y no específicos, como cansancio, debilidad muscular, síntomas gastrointestinales (pérdida del apetito, diarrea y vómito) o parecidos a la gripa, como dolor de cabeza, escalofríos y fiebre. Sin embargo, los más llamativos son el cambio que se produce en el color de los ojos y la piel hacia un tono amarillo (a veces intenso), las heces pálidas y la coloración intensa de la orina”.
    Por ello me permito recomendar algunas medidas para evitar dicha enfermedad:
    • Lavarnos las manos antes de comer, preparar alimentos, y después de ir al baño o cambiar pañales.
    • Beber agua purificada, hervida o clorada.
    • Consumir frutas y verduras solo si fueron lavadas con agua y jabón y desinfectadas.
    • Comer alimentos bien cocidos o fritos.
    • Usar sanitarios que estén limpios.
    • En nuestro hogar lavar y clorar aljibes y tinacos.

    Hilda Vidalia González Sandoval, maestra en ciencias de la educación ambiental y profesora del CUAAD.

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