El conocimiento universitario tiene un valor agregado superior. Aparte de contribuir a la formación profesional de los estudiantes, sirve también para que sus familiares cercanos lo apliquen de forma inmediata cuando lo requieran. Es decir, que a su particular empoderamiento le saque provecho, como por ejemplo para resolver primariamente algún padecimiento de tipo infecto-contagioso.
El Departamento de Microbiología y Patología, del CUCS, decidió, desde hace muchos años, compartir con la comunidad tapatía en los lugares públicos que amablemente fueron cedidos por el Ayuntamiento de Guadalajara, los productos del ingenio estudiantil. En esta última ocasión el escenario fue la Plaza Tapatía, localizada en las cercanías del Instituto Cultural Cabañas.
Éxito completo. Fundamentalmente los alumnos, orientados por sus respectivos maestros, desarrollaron brillantemente su natural iniciativa. Ésta fue compartida con la gente que, curiosamente, se acercaba para saber acerca del extraño bochinche manifiesto. Los asistentes solos y acompañados. Indiferentemente, grandes y chicos, familias completas, abuelitas con sus nietos, gente con necesidades especiales, etcétera. Con extremo interés y curiosidad todos preguntaban y participaban en las actividades propuestas. El objetivo original fue rebasado. Demostramos que sí hay formas de hacer accesible el conocimiento científico.
