Conjurada la huelga contra la Universidad

    817

    Luego de la votación unánime de la asamblea realizada la semana pasada, fue firmado el acuerdo para conjurar la huelga que el STAUdeG estallaría el próximo 15 de marzo, a causa de la exigencia de aumento salarial de 10 por ciento y de alrededor de 20 peticiones de diversa índole, entre estas algunas violaciones al contrato colectivo de trabajo (CCT).
    Si bien solo hubo 4.5 por ciento de incremento salarial, logramos otros acuerdos que benefician a los trabajadores académicos, como las posibilidades para ingresar a estudios de posgrado, obtener recursos para investigación o publicar, conseguir su título de maestría o doctorado, salir al extranjero o conseguir equipo para sus áreas de trabajo.
    “La UNAM sigue siendo el parámetro que utilizan los gobiernos locales, o peor aún, el rasero que aplica la Secretaría de Educación Pública para los aumentos a las universidades que reciben recursos federales, algo que nos parece incorrecto, pero que no hemos podido superar”, opinó el líder de los académicos, Carlos Orozco Santillán.
    Entre los acuerdos obtenidos durante las negociaciones está la irreductibilidad de un bono anual de 11.5 por ciento del salario mensual, con la denominación de apoyo para material didáctico, mismo que será entregado a los académicos y que representa alrededor de nueve millones de pesos. En lo sucesivo quedará consignado como un beneficio de prestación en el CCT, a modificarse en enero de 2006.
    Otro de mucha importancia, relacionado con el cambio de prioridades en la aplicación de 55 millones de pesos, es el destinado a la investigación y desarrollo académico de la Universidad, explica Orozco Santillán.
    Este recurso, etiquetado para las actividades sustantivas, consistirá en destinar apoyos a los académicos que deseen ingresar a estudios de posgrado o cambiar de adscripción en la red universitaria, para el Programa de titulación (Protit) en algún posgrado, así como para el Proesa y año sabático.
    “En cuanto a becas para posgrados que ofrezca la Universidad, ésta nos otorgará, por convenio y por modificación al CCT, además del 10 por ciento al que tenemos derecho, el 14 por ciento de los lugares para ser condonados.
    “Por primera vez logramos, también de manera irreductible, el 10 por ciento del ingreso a seminarios, eventos académicos y cursos especiales para académicos de la UdeG, así como apoyo a la investigación temprana, es decir, a proyectos no reconocidos por instituciones como Conacyt”.
    Tal vez estos puntos sean difíciles de concatenar en el salario, es decir, no considerados como laborales, pero repercuten en la certidumbre, promoción e incremento salarial, ya que por medio de perfiles como el Promep, un profesor investigador puede duplicar sus ingresos, aseveró Carlos Orozco.
    Hizo hincapié en que firmaron el convenio bajo protesta, ya que permanecerán junto a los rectores de las universidades públicas para demandar del gobierno federal, una redistribución de los recursos petroleros, con el objetivo de resarcir el rezago histórico de la educación superior gratuita en México.

    * Jefa de la Unidad de comunicación social

    Visite nuestra página
    www.staudg.org

    Artículo anteriorUn hambre de siglos
    Artículo siguienteCulpables por omisión