Concientizan sobre el ahorro energético

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    El uso excesivo de bombillas eléctricas no es amigable con el medio ambiente, ya que genera bióxido de carbono y vapor, gases que se concentran en la atmósfera y son responsables de la intensificación del efecto invernadero, del calentamiento global y el cambio climático. De ahí la importancia de moderar su consumo, afirmó Adrián Sauceda Vázquez, estudiante del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) y uno de los cinco que imparten el curso “Apágala o págala”, dentro del proyecto “Ecocultura”.

    De acuerdo con la Organización Metereológica Mundial, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera aumentó a una velocidad récord en 2016, para alcanzar el nivel más alto en 800 mil años, pasando de las 400 partes por millón (ppm) de 2015 a 403,3 ppm el año pasado.

    La cantidad de bióxido de carbono generada por el consumo de energía de los seres humanos es tal, que las plantas no son suficientes para absorberlo y convertirlo en oxígeno. Este tipo de contaminación ha ocasionado que la temperatura global aumente 0.5 grados en los últimos 50 años, lo que se relaciona con más inundaciones, huracanes y lluvias intensas más frecuentes, explicó.

    El problema es que el 70 por ciento de la energía generada en el país es termoeléctrica, que se mueve por el vapor resultante del calentamiento del agua con carbono o gas. Si en una casa son prendidos todos los focos, además de la televisión y la computadora, demandan más energía, y por lo tanto se genera más vapor y bióxido de carbono.

    Es recomendable, por lo tanto, colocar en los hogares focos ahorradores, ya que por una hora en la que se tengan 10 focos convencionales prendidos, se genera medio kilogramo de bióxido de carbono, mientras que las bombillas ahorradoras disminuyen esa cantidad en 10 veces.

    El bióxido de carbono y el vapor no son los únicos gases de efecto invernadero. Otros son el metano, que se genera a partir del material orgánico degradado, producto de la ganadería, la explotación de petróleo y gas; el bióxido de nitrógeno liberado en la agricultura; gases fluorados utilizados como refrigerantes y el ozono, un contaminante muy agresivo.

    Con el fin de difundir una cultura en pro de la ecología y concientizar sobre la importancia del ahorro de energía en instituciones educativas y de gobierno, un grupo de cinco estudiantes del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), encabezados por la doctora Aimée Pérez Esparza y el maestro Sergio Ruiz Rivera, imparten charlas dentro del proyecto “Ecocultura”.

    El proyecto inició a finales del año pasado, con la planeación de los contenidos, y desde mayo a la fecha han impartido conferencias en el Servicio Médico Forense (Semefo), las preparatorias regionales de Degollado, Tonalá Norte, y en CUTonalá, dirigidas al personal administrativo, de mantenimiento, de servicios generales y estudiantes.

    En enero del próximo año planean impartir otras cuatro para Semefo. En cuanto a la Red universitaria, el propósito es impartir cursos en sus distintos centros y preparatorias.

    Destacó que posteriormente serán impartidos talleres de sustentabilidad, en los que incluirán el tema del uso responsable del agua y manejo de los desechos.

    Los alumnos reciben capacitación de los académicos involucrados en el proyecto desde enero de este año. “Queremos que la gente se dé cuenta de cuáles son los errores más frecuentes en el consumo de energía, instruirlos en la materia”, agregó Rashid Rábago Almeda.

    Los otros estudiantes involucrados son Ricardo Arturo Crespo Sánchez, Gonzalo Garnica Ibarra y María Engracia Gallegos López, todos de la ingeniería en Energía.

    Esta carrera está enfocada a la formación de recursos humanos altamente calificados en áreas como energía de los hidrocarburos, energías renovables, generación de transformación de cargas eléctricas, generación hidráulica, generación eólica, economía y agenda energética, balance y potencial energético, energía solar térmica, entre otras.

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