Ahora que resta poco tiempo para concluir de manera oficial las clases en la UdeG, me doy cuenta que no sé qué me gustaría o debería saber respecto a mi carrera.
No estoy segura de qué pretende la UdeG con programas tan cortos y apretados. Tal vez quiere alumnos más competitivos o solo ahorrar dinero con la reducción de muchas carreras, como medicina.
¿Acaso piensan que quienes ingresamos a ciencias de la salud somos unos genios, para darnos materias importantísimas en menos de dos meses? En ocasiones parece que aquellos que en algún momento fueron alumnos, han olvidado cuán difícil y pesado resultan muchas asignaturas. No digo que sean imposibles o que no podamos con estas, sino que el conocimiento sería más fácil, si el plan de estudios fuera más realista.
¿Cómo pedir a un alumno que estudie una materia en menos de dos meses, si el tiempo normal para esto requeriría mínimo de seis, y esto sin contar suspensiones, puentes y demás interrupciones en el calendario escolar?
¿De qué sirve aprender cosas días antes del examen o lo suficiente para que duren uno o dos semestres, si al final vamos a olvidarlo? ¿Con qué objetivo machetear todo, si careces del tiempo para analizar ese conocimiento y encontrar su uso práctico y adecuado?
Sin embargo debo admitir que la UdeG cuenta con buenos maestros. A ellos debemos nuestros conocimientos pero también nosostros los estudiantes debemos ir más allá del programa escolar para lograr nuestra superación personal y un profesionalismo con calidad.
Al margen de la institución, carrera y maestros, como alumnos tenemos la tarea de prepararnos en forma constante por nuestra cuenta, de aprovechar nuestro tiempo y aprender más de lo necesario, porque nunca sabemos cuándo requeriremos el conocimiento almacenado en los recuerdos.
Ana Ruth S. Hernández Robles, segundo semestre de la licenciatura en médico cirujano y partero, de la UdeG.
