Como pedirle a la Virgen

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    El viernes pasado, durante mi traslado de Tonalá a Guadalajara, en el curso del Tur, una mujer madura subió y pidió al chofer permiso para dar un mensaje. Le aceptaron. Y durante al menos media hora ofreció un largo discurso sobre la visita que tendría a Guadalajara Manuel López Obrador. “Antes de que él venga a Guadalajara —dijo en voz alta la mujer— vendrán algunos de su asesores a escuchar las peticiones de la gente. Y ya con él podrán platicar el miércoles. Hay que recordar que a López Obrador no le han encontrado nada. Él tiene en una cuenta bancaria menos que yo, que tengo trece mil pesos. Pero él, apenas tiene nueve mil pesos. Y una casa en Chiapas que se la regaló su familia…”
    La mujer levantó aún más la voz para gritar. Se sentó porque los vaivenes del Tur eran graves en la vuelta de Río Nilo y Revolución. Pero desde su asiento alzó el grito y nos dijo: “Todos podemos pedirle algo a López Obrador. Él quiere hacer el nuevo proyecto de nación con las peticiones del pueblo. Obrador no pertenece a la mafia del PAN ni del PRI, él escuchará a todos: hay que pedirle como si le pidiéramos a la Virgen. En verdad pidan lo que quieran. Obrador atenderá nuestras demandas y, como su proyecto de nación no tendrá en el 2012 nada que ver con los diputados ni los senadores, entonces pidámosle. De veras: hay que pedirle como si le pidiéramos a la Virgen.”
    Ya no supe si en verdad alguien, aparte del chofer iría a la reunión que, según esto, se iba a celebrar el pasado sábado en el sindicato de telefonistas de Alcalde y Tránsito. Ya no la oí, porque de ilusiones está lleno el mundo. Y de promesas. Además, ¿cómo pedirle a López Obrador algo como si le pidiéramos a la Virgen? Hasta esos extremos llega el fanatismo de algunas personas. Es una lástima la manera en que los partidos le lavan el coco a la gente.
    Una cosa es mentir. Otra engañar. Y, la más grave, creer que la sociedad todavía cree en “milagros” políticos. Vaya vida ésta.

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