Combaten plaga de cochinilla en Etiopía

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La grana cochinilla fina es un insecto que habita de forma natural en el nopal, y México es el segundo país a nivel mundial por su aprovechamiento, en particular para la extracción de un pigmento rojo intenso que se emplea para alimentos, fármacos y cosméticos. Sin embargo, su proliferación descontrolada afecta a la planta.

Es lo que está sucediendo en Etiopia, país en el cual el nopal fue introducido a finales del siglo XIX por frailes italianos, y que en la actualidad registra una infestación de cochinilla, lo que implica una afectación para sus pobladores, que consumen esta cactácea para su alimentación, en particular su fruto.

La región más afectada es la zona del Tigray, al noroeste del país africano, donde la plaga podría estar presente en aproximadamente 100 mil hectáreas, estimaron los investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Ana Lilia Vigueras Guzmán y Liberato Portillo Martínez.

En 2015, la Universidad de Guadalajara recibió una solicitud de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que los universitarios buscaran alternativas con miras a disminuir la población de esta plaga en Etiopia, ya que todas las referencias de investigación apuntaban hacia sus estudios sobre cactáceas, grana cochinilla y controladores biológicos.

Los investigadores realizaron una estancia académica en las universidades de Mekele y Adigrat, sitios donde plantearon la necesidad de combatir el problema con otro insecto. Después, técnicos de aquel país viajaron a México para recibir el adiestramiento correspondiente.

Desde esa fecha, trabajan en un invernadero zoocriadero de la grana cochinilla en el CUCBA, y determinaron que la palomilla Laetilia coccidivora sería la indicada para controlar de manera natural a la cochinilla fina que afecta a Etiopía. Parte del trabajo consistió en inducir a su depredador, en este caso la palomilla, para que se habitúe a consumirla. “La Laetilia es muy prometedora”, destacaron.

En este momento cuentan con las primeras generaciones de pupas y libres de parasitoides para que los etíopes las empiecen a reproducir. Están a la espera de la respuesta de las autoridades para hacer el primer envío del insecto en capullos. Posteriormente, los académicos podrían viajar a Etiopía y realizar la liberación del insecto.

Para la estudiosa, resulta urgente el control de la grana cochinilla fina ya que de lo contrario se perdería el recurso nopal en ese país, donde uno de los problemas principales, es que parte de la zona donde crecen los nopales corresponde a montañas elevadas, por lo que resulta complicado el acceso y el control de la plaga.

UdeG pionera
El trabajo de cría de grana cochinilla fina comenzó en la UdeG en 1988, a cargo de Portillo Martínez, al que Vigueras Guzmán se integró en 1993.

Sus trabajos se enfocaban a la crianza y producción, y desde 1998 estudian controladores para la cochinilla silvestre y han realizado talleres para productores y experimentos para combatirla, en cuanto representa un problema para México, ya que afecta el crecimiento de nopal verdura, tuna y forraje, además de que causa pérdidas económicas a los productores.

 “Hemos apoyado a campesinos de nopal verdura y fruto para liberar enemigos naturales para que no empleen insecticidas tóxicos”.

Sobre lo que significa para los investigadores colaborar en estos proyectos internacionales, Vigueras comentó que es un reconocimiento a la Universidad, ya que se buscó en todo México y no había quien trabajara al respecto.

“Entonces, es un orgullo que lo tomen a uno en cuenta y que sepan que estamos haciendo trabajos para ayudar a otros países”.

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