Claves para detectar el maltrato

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Mujeres jóvenes de entre 20 y 25 años, de bajo nivel socioeconómico, de escaso nivel educativo, viviendo en unión libre y en familias nucleares es el perfil de las mujeres violentadas a decir de la recién egresada de la carrera de Trabajo Social, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Daniela Ríos Ponce, quien presentó sobre este tópico la ponencia “La participación del Trabajador Social en el Programa de Atención Integral a Familias en situación de violencia intrafamiliar de la Procuraduría de la Familia del Sistema DIF-Guadalajara”.
El trabajo de investigación, producto de prácticas profesionales realizadas en la Procuraduría de la Familia del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Municipio de Guadalajara, fue presentado en el marco del 2010 Joint World Conference on Social Work and Social Development: The Agenda, que tuvo lugar en la ciudad de Hong Kong, en junio pasado en la categoría estudiantil y bajo la modalidad oral.
La investigación partió de la hipótesis de que son las mujeres de 30 a 35 años, las principales víctimas de violencia intrafamiliar y de bajo nivel socioeducativo, lo que no se confirmó en su primera parte, ya que se detectó que el fenómeno afecta principalmente a mujeres jóvenes.
La conclusión del trabajo permite que la recién egresada de Trabajo Social proponga al interior de las familias fomentar la cultura de la paz, consistente en sobrellevar un conflicto asertivamente y viéndolo como una ventana de oportunidad para mejorar y corregir errores, así como talleres de Prevención de violencia en escuelas de educación básica.
En este marco, Ríos Ponce editó un video para apoyar a las usuarios de la Procuraduría de la Familia a fin de que sepan identificar los tipos de violencia intrafamiliar, ya que comentó que suelen no saberse violentadas económica o sexualmente. Este material es proyectado en la sala de espera de la dependencia municipal.
El trabajo logró ser aceptado y competir contra dos mil 800 propuestas de ponencia enviadas al congreso internacional, lo que obligó a la entonces estudiante de Trabajo Social a recibir clases adicionales de inglés, con énfasis en la pronunciación, ya que la modalidad en la que presentó su investigación fue en ese idioma.
Ponce Ríos explicó que la trascendencia de haber presentado su trabajo en un espacio internacional, es compartir experiencias exitosas que puedan servir a otros países, al grado que después de esta experiencia, tiene ahora una invitación de una universitaria cubana para participar en una investigación sobre género.
La estudiante viajó con financiamiento del CUCSH para solventar sus gastos de 6 días, toda vez que su estancia fue del 9 al 14 de junio pasado. Por lo anterior, la ponente animó a los estudiantes a proponerse metas tan altas como la que ella alcanzó, ya que existen apoyos universitarios disponibles para llevar el nombre de la UdeG al ámbito internacional.
Y es que, no sólo le hizo crecer profesional y curricularmente esta experiencia, su participación en un evento tan importante la dejó madurez y fortaleza para enfrentar situaciones desconocidas, además del placer de conocer y convivir con personas de diferentes latitudes, lo cual queda “gratamente guardado en la memoria”.
“A mí como estudiante me resultó muy importante haber asistido, me dio valor profesional y amplió mi currículum, ya ves que todo ahora es competencia… Es un escalón que me está ayudando a subir profesional y personalmente. Fue muy difícil pero me ayudó hasta para madurar”.
Comentó por último lo gratificante que también fue acudir a la noche cultural del evento –a la que acudió vestida con un traje típico– y ver cómo era reconocida por personas de otros países, además de la oportunidad de conocer de cerca la cultura y tradiciones de otras naciones.

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