La cifra de delitos no registrados en Jalisco podría ser cercana a 250 mil de enero a abril de 2015, tomando en cuenta que poco más del 90 por ciento de los hechos delictivos forman las cifras negras, según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (ENVIPE 2014), afirmó Rigoberto Soria Romo, profesor investigador del Departamento de Políticas Públicas, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), al reportar resultados de su investigación Financiamiento de la Seguridad Pública en México.
Señaló que en Jalisco, desde enero hasta abril de 2015, hubo 28 mil 384 delitos registrados (de los que se realizó averiguación previa), de acuerdo a información difundida por el Sistema Nacional de Seguridad Pública y detalló que la gente muchas veces no denuncia los delitos porque lo considera una pérdida de tiempo, por desconfianza hacia la autoridad, porque percibe a los trámites que tiene que hacer como largos y difíciles o por miedo a la extorsión, entre otras causas.
Hay desconfianza entre la gente. De acuerdo con datos de marzo y abril de 2014, el 77.5 por ciento de la población mayor de 18 años en Jalisco percibe a la policía de tránsito como corrupta; el 62.8 por ciento considera en la misma situación a la Policía Preventiva Municipal; el 53.3 por ciento, a la Policía Estatal; el 52.4 por ciento, a la Policía Federal y el 61.2 por ciento a la Policía Ministerial o Judicial.
La tendencia del delito en Jalisco es a la alza, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización que publicó resultados en 2014. El investigador detalló que en Jalisco, durante 2010, el 24.45 por ciento de la población mayor de 18 años fue víctima de por lo menos un delito. En el año de 2013 el porcentaje incrementó a 33.03.
Para hacer frente al problema de la delincuencia el gobierno ha optado por gastar en seguridad pública. En 2013, por cada peso que gasta en salud destina 1.71 pesos a seguridad pública y 50 centavos por cada peso que gasta en educación. El año mencionado, la entidad gastó en dicho rubro, a nivel federal, estatal y municipal, 17 mil 67 millones de pesos.
Señaló que reforzar el gasto en seguridad pública no contribuye a la larga en abatir la delincuencia y añadió que todos aquellos gastos dirigidos a lograr una sociedad más igualitaria —como los enfocados a salud, educación, infraestructura y servicios básicos—, dan mejores resultados, “pero aquí en México, hay políticos que quieren salir en la prensa diciendo que bajó el índice de delincuencia. Desean lograrlo con más policías, más armas, más patrullas y metiendo el ejército en las calles”.
Resaltó que los países más seguros, entre ellos Noruega y Suecia, son las naciones más equitativas del mundo en oportunidades laborales, de estudio y acceso a servicios públicos. En caso contrario, los países desarrollados, pero inequitativos, son violentos. Por ejemplo Estados Unidos, donde hay inequidad, porque no todos los ciudadanos tienen acceso a las mismas oportunidades. Por ejemplo a estudiar o acceder a trabajos dignamente remunerados.
Indicó que la política salarial en México no ayuda en lograr la equidad en oportunidades. Desde 1980, el salario mínimo ha perdido 75 por ciento su poder adquisitivo a nivel nacional. La política de contener la inflación castigando los salarios para atraer inversiones extranjeras fue equivocada y señaló que el mercado interno está tan deprimido que muchos empresarios nacionales prefieren invertir en el extranjero, porque en México ya no hay quien les compre. “La gente tiene para comer y sobrellevarla, pero no puede mantener a muchas de las empresas”.
