Carrera contra la burocracia

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    Las iniciativas ciudadanas de movilidad urbana tienen –en las figuras gubernamentales que se han vinculado a estas propuestas– uno de los principales obstáculos a superar.
    Martín Mora Martínez, doctor en sociología y uno de los promotores más veteranos del movimiento ciclista de la metrópoli tapatía, está convencido de ello. Él recorre en bicicleta diariamente una docena de kilómetros para llegar a su trabajo. “Para nadie es un secreto que hay conflictos entre las instituciones involucradas con los colectivos que pugnan por las vialidades alternativas”.
    Mora Martínez describe que la polarización de posturas e intereses de instituciones como el ayuntamiento de Guadalajara, la Secretaría de Desarrollo Urbano, el Organismo para la Integración del Transporte Público y la Secretaria de Vialidad y Transporte no ayudan a creer que el uso de medios alternativos de transporte se arraigue pronto en Guadalajara.
    “Dependencias como la secretaría de Vialidad y Transporte tienen como vocación defender la circulación de los automóviles y los espacios donde estacionarlos sin reparar en ninguna otra clase de usuarios de las calles, por su parte el ayuntamiento y el gobierno estatal se dividen la normatividad en el uso de las calles y la norma de la circulación”.
    El hecho mismo de que exista el Consejo Metropolitano para Vialidades Alternativas conserva vivas las esperanzas de que la convivencia entre las diferentes formas de movilidad —incluyendo la de los peatones— sea una realidad demostrable en Guadalajara, tal y como ocurre en las más grandes y civilizadas ciudades del mundo.
    Este ciclista-investigador creó en el año 2000, con la ayuda de estudiantes de la Universidad de Guadalajara, el grupo urbano “Se ponchan llantas”, que realizó una intervención metropolitana en diversos polígonos citadinos para levantar un inventario del proceso paulatino de desaparición de espacios para peatones.
    “En ese estudio hicimos una recuperación fotográfica con video y de reglamentos de la ciudad, desde el centro de la ciudad hasta la Minerva y anotamos la gran cantidad de obstáculos que existen a lo largo de esa ruta”.
    Estos antecedentes sirvieron a la Dirección de vinculación política del ayuntamiento de Guadalajara a incorporarse al Consejo Metropolitano de Movilidad como consultor de espacios públicos, de banquetas y de uso de la bicicleta.

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