Blancos… de dientes para afuera

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Novedosas pastas, bandas bucales y hasta chicles para blanquear los dientes constituyen la nueva fórmula para lucir “sonrisas felices tipo Hollywood”; sin embargo, estos productos ponen en riesgo la salud bucal de las personas, advierte la doctora Rocío Hernández Vázquez, jefa del área de odontopediatría, del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.
“Ojalá fuera tan fácil blanquearse los dientes. Lo que omiten decir las compañías en sus campañas televisivas es que existen factores de riesgo, como cuando hay restauraciones odontológicas mal hechas, caries o son consumidos por mujeres embarazadas”.

Diferencias

Hernández Vázquez explica que hay diversas causas por las que una persona puede presentar manchas en los dientes, ya sea por el consumo de ciertas sustancias, como alcohol, café, cigarrillo, té, alimentos pigmentados, medicamentos y antibióticos (tetraciclina), o por factores internos, como la hipo o hipercalcificación y la fluorosis dental.
Agrega que es importante entender que la salud de los dientes muchas veces no depende de su color. “Existe la creencia de que las piezas sanas deben ser de color blanco, pero hay tonalidades que van desde el amarillento y naranja hasta el grisáceo”.
“Las sustancias que utilizamos para blanquear las piezas dentales son el peróxido de carbamida y el peróxido de hidrógeno. Sin embargo, estos productos, de uso y administración delicada, son recomendados para cada paciente bajo un serio diagnóstico particular”.
Señala que como cada persona y caso es diferente, conviene que el paciente acuda con un especialista para que este verifique el tipo de mancha y le sugiera el medicamento o blanqueador que necesita. Con la compra de un producto comercial, se expone a un uso indebido de sustancias que a la larga son contraproducentes.

Riesgos

Hernández Vázquez subraya que el primer síntoma del empleo inadecuado o abuso de estos productos es la aparición de molestias en los dientes al contacto con temperaturas extremas (frío o calor).
No obstante, “el verdadero peligro es cuando comienza la destrucción del esmalte. Como el ácido es tan fuerte, puede penetrar a la segunda o tercera capa y causar necrosis en las pulpas”.
–¿Estas sustancias pueden arruinar los dientes?
–Sí, claro. Dañar el esmalte o causar un problema de hipersensibilidad. En otros casos puede que “no pase nada”, porque los productos no están bien aplicados o fueron dosificados adecuadamente. Entonces el ácido termina disolviéndose con la saliva (como en el caso de los chicles blanqueadores) y en nada les ayuda el tratamiento”.
Añade que la moda tipo Hollywood, “sonrisas bonitas y dientes blancos y derechos”, es lo que lleva al público a comprar dichos tratamientos caseros, pero resulta difícil blanquear los dientes como las personas esperan.
“Lo que pasa es que los artistas usan implantes de porcelana o carillas estéticas artificiales. Es posible blanquear los dientes naturales hasta cierto límite, pero nunca ponerlos tan blancos como los anuncian en televisión”.

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