Fue en 1960 cuando en tiempos del presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, se impuso un embargo comercial, económico y financiero a Cuba, el cual se recrudeció en 1966, con la ley Helms-Burton, que eliminó la posibilidad de hacer negocios dentro de la isla o con el gobierno de Cuba por parte de los ciudadanos estadounidenses.
El pasado viernes, después de 50 años, atracó el barco “Ana Cecilia” en el puerto de La Habana, con el cual se inaugura un servicio periódico de transporte de artículos catalogados como ayuda humanitaria a la isla caribeña.
Leer esta noticia remonta a la película cubana Nada, de Juan Carlos Cremata. Carla, quien trabaja en una oficina de correos es registrada, por sus padres emigrantes, en Miami, en un sorteo para obtener su visa y residencia permanente en Estados Unidos. El contacto más allá de la isla es a través de postales que recibe.
Hoy las tantas Carlas que existen en Cuba, ya no sólo recibirán cartas, sino también los envíos que lleva consigo el “Ana Cecilia”: un amplio catálogo de artículos y productos, como medicinas, alimentos, ropa, electrodomésticos, muebles, material de construcción, piezas de vehículos y generadores eléctricos, que serán entregados ni más ni menos que por la empresa de la isla “Cubapack”.
