Atiende UdeG a alumnos especiales

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La Coordinación de Servicios Estudiantiles, de la Universidad de Guadalajara, trabaja a favor de los alumnos con discapacidad, desde tres frentes. El primero es lograr que se modifique a favor de ellos el reglamento de la Ley Orgánica de la UdeG; el segundo, dotarlos de becas económicas y equipo de apoyo para las diferentes discapacidades, y el tercero, facilitarles el acceso a planteles y oficinas universitarias mediante la adaptación de la estructura en los inmuebles, expuso el jefe de dicha coordinación, Javier Romero Mena.
  Comentó que la Unidad Estatal de Protección Civil apoya a la dependencia a su cargo en la elaboración de un estudio en torno a las modificaciones necesarias para hacer de los planteles universitarios espacios seguros en general, y para diseñar las estrategias de accesibilidad que requiere cada edificio a fin de permitir el libre desplazamiento de los alumnos con capacidades diferentes.
Se pretende que el estudio funja como un plan maestro para ser cumplimentado a largo plazo, ya que incluye la adaptación de rampas de acceso y segundos pisos, rutas de evacuación, salidas de emergencia y hasta elevadores para construcciones de más de cuatro niveles.
Precisó que el Centro de Estudios de Opinión de la UdeG elaborará este año una encuesta a fin de determinar las características de cada alumno, así como sus respectivas familias, con lo que se conocerá más de cerca al estudiantado y se le dará seguimiento personalizado. En la investigación, añadió, se reflejará con precisión el número de alumnos con alguna discapacidad, ya sea que se hallen inscritos en el nivel medio superior o superior de la máxima casa de estudios de Jalisco.
Por lo pronto, Romero Mena indicó que con base en un estudio similar efectuado hace tres años, se encontró que la discapacidad más frecuente en los universitarios es la visual, y afecta al siete por ciento del alumnado, con padecimientos que van desde debilidad visual hasta ceguera total.
En la actualidad, son apoyados con sillas de ruedas seis estudiantes con discapacidad músculo-esquelética, quienes las reciben a modo de préstamo mientras asisten a la UdeG para luego donárselas, por lo que este se convierte en un apoyo permanente. Incluso cuando se trata de un problema temporal, derivado de algún accidente, la coordinación apoya a los alumnos, ya sea con sillas de ruedas o muletas.
También otorgan becas a 18 jóvenes con capacidades diferentes –tanto de nivel bachillerato como de licenciatura– sobre todo para el Programa Universitario de Lenguas Extrajeras (Proulex).
En 2006 se pretende incluir becas económicas para estudiantes de bajos recursos económicos, similares a las concedidas a alumnos sobresalientes: un salario mínimo para los de licenciatura y 0.75 por ciento del minisalario a los de bachillerato.
Con este objetivo, la Coordinación de Servicios Estudiantiles presentará un documento de propuestas al Consejo General Universitario en los primeros 15 días de enero. El manuscrito plantea la concesión de un presupuesto de 450 mil pesos para la adquisición de sillas de ruedas, bastones inteligentes y de apoyo, muletas y software para aquellos con discapacidad visual.
 

Matrícula de alumnos con capacidades diferentes
En la Coordinación de Control Escolar se implementó un registro de los alumnos con discapacidad, aunque este se remonta a apenas el calendario 2005 A, por lo que oficialmente se tienen inscritos a 110 alumnos que reportan alguna discapacidad. De ellos, 69 corresponden a bachillerato o alguna carrera técnica; 38, a licenciatura, y tres, a maestría.
La discapacidad predominante es la músculo esquelética, seguida por la visual, enfermedades crónicas, auditiva y neurológica.
 
Lucharán por elevar el nivel educativo
En Jalisco las asociaciones de ciudadanos con alguna discapacidad lucharon durante varios años para conseguir que el transporte público fuera adaptado, a fin de que les facilitara el acceso a la educación, el trabajo y la recreación. Ahora el mismo grupo pugna por lograr condiciones favorables de manera que aquellos con capacidades diferentes puedan ingresar a todos los niveles escolares.
El jefe del Departamento de Salud Mental, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), José de Jesús Gutiérrez Rodríguez, puntualizó que mientras para 2005 la estrategia fue el transporte público, para 2006 será la educación.
De hecho, el nivel escolar de las personas con capacidades diferentes es bajo: entre quienes padecen una discapacidad visual y auditiva, el promedio de escolaridad es de dos grados; mientras que para los que sufren una discapacidad motora, aumenta a cuatro grados. Este es el grupo con una mayor escolaridad promedio.
  El reto, dijo, es que no solo ingresen a cualquiera de los niveles que ofrece el sistema educativo estatal, sino que permanezcan en él.
  Para ello se requiere trabajar en la aceptación de las personas con alguna discapacidad en los planteles escolares. Además de las modificaciones estructurales a los inmuebles educativos, añadio los materiales didácticos deberán ser libros en braille o en audio, el maestro tendrá que dominar el lenguaje de señas o apoyar al silente para que pueda leerle los labios, e incluso los programas de cómputo deberían permitir la impresión de textos en el sistema braille.
Explicó que el Departamento de Salud Mental ha elaborado material en audio, y lo ha impreso en braille, para las asignaturas que dicha dependencia imparte en el CUCS. El material se encuentra disponible en el centro de documentación de dicho plantel, así como en la Biblioteca del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.
Tras asegurar que es marginal la cantidad de alumnos con capacidades diferentes que llegan a cursar una licenciatura, el académico advirtió que la UdeG no debe esperar a que entren más alumnos con estas características al bachillerato o al nivel superior, “sino que se vaya preparando para ofrecerles las condiciones necesarias a quienes ya están inscritos, a fin de que no se convierta en una institución discriminatoria”.
De momento, apuntó, en toda la infraestructura universitaria existen pocas adaptaciones para facilitar la entrada a los que padecen una discapacidad.
No obstante, destacó, el departamento que dirige trabaja en promover entre la comunidad universitaria y la sociedad en general una cultura de integración de aquellos con capacidades diferentes, tanto en lo educativo como en lo laboral, jurídico, social, de salud, deportivo, cultural, etcétera.
De igual forma, se reúnen con asociaciones de personas con discapacidad, a quienes ofrecen herramientas para mejorar su calidad de vida. Así, les han impartido cursos sobre sexualidad, autoestima, proyecto de vida, calidad del dormir y manejo del estrés, entre otros.

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