El objetivo de la asistencia social es que todos los integrantes de una sociedad gocen de los mismos derechos y oportunidades. Como en toda comunidad existen desigualdades, la asistencia social está dirigida a los más desfavorecidos. Su trabajo se orienta a que todos los individuos puedan satisfacer sus necesidades básicas y procurar que todas las personas desarrollen lo más plena y satisfactoriamente posible sus potencialidades, que enriquezcan sus vidas y que se prevengan de cualquier tipo de disfunción que los aleje de la felicidad y el bienestar.
En nuestro país, los gobiernos (federal, estatal y municipal) con los recursos que se les proporcionan provenientes de nuestros impuestos, son los que principalmente deben brindar esta asistencia social a los más vulnerables y abandonados, por ello es que nos alarma el que paulatinamente se han ido desmantelando y debilitando las instituciones que deben brindarla (asilos, salas de velación, de atención a indigentes, etc.). En este momento, específicamente, se está pensando cerrar el Asilo “Leónidas K. Demos” del IJAS, fundado en 1971 por un ciudadano griego con alta sensibilidad social con el pretexto de que no es rentable.
Queremos recordarles que la asistencia social no debe verse como una carga económica para el gobierno y menos en este momento de agudización de la crisis económica, que por el contrario hay una enorme necesidad de fortalecer este asilo y de ampliar la cobertura para atender con calidad a miles de adultos mayores abandonados o que ya no tienen familia y viven en precariedad económica.
