Asentamientos en el olvido

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En México hacen falta políticas públicas que apoyen a las viejas colonias populares que ahora forman parte del tejido urbano. Muchas de éstas después de más de 20 años poseen la tenencia de la propiedad regularizada, pero los gobiernos ya no piensan en su mejoría. Las autoridades podrían invertir en dichas colonias para mejorar sustancialmente hasta un 30 por ciento de la ciudad, afirmó Edith Rosario Jiménez Huerta, profesora investigadora del Departamento de Estudios Regionales, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).

En cuanto a los asentamientos irregulares del país, la investigadora destacó que no ha habido programa de regularización de la tenencia de la tierra desde el 2000. Mencionó que alrededor del 50 por ciento de los asentamientos que iniciaron como irregulares están regularizados y destacó la necesidad de que las políticas públicas viertan la atención hacia la población que menos recursos económicos tiene y que menos atención recibe por parte del gobierno.

Reconoció que un paso positivo en esta dirección fue la publicación de la Ley para la regularización de predios urbanos en el estado de Jalisco, que fue publicada en 2014, además de la regularización de la tierra en propiedad privada que realiza la Procuraduría Urbana (Prodeur).

La académica universitaria dio a conocer los pormenores de la investigación Colonias populares consolidadas del área metropolitana de Guadalajara. Retos y oportunidades, que coordinó en la UdeG, junto con Heriberto Cruz Solís, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

Las colonias populares antiguas
Los investigadores enfocaron el estudio en las colonias populares con más de 20 años de antigüedad en Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá. Éstas no fueron planeadas y las viviendas las construyeron poco a poco, sin muchos conocimientos técnicos. Ahora algunas viviendas presentan daños estructurales, muchas tienen problemas de humedad, necesitan renovar el cableado eléctrico, integrar el baño a la vivienda o adecuar los espacios para acomodarlos a las nuevas necesidades de la familia. Sin embargo, los habitantes no cuentan con el dinero para hacer cambios mayores, ni acceso a fuentes de financiamiento formal y confiable.

Otro problema es que a pesar de que más del 90 por ciento de los dueños tiene la escritura de su casa, las nuevas generaciones podrían en un futuro enfrentar un problema de tenencia de la propiedad al quedar intestadas a la muerte de los propietarios originales.

En las colonias estudiadas en el Área Metropolitana de Guadalajara (Echeverría, Rancho Nuevo y Jalisco), los dueños, que obtuvieron títulos de propiedad en los años setenta y ochenta, están envejeciendo. Muchos viven con los hijos, algunos ya tienen nietos, y sólo el 14 por ciento de las personas hizo testamento, creyendo a veces que la propiedad pasará automáticamente a la pareja sobreviviente, lo que no es cierto en México.

Una solución sería introducir cambios en la ley, que convierta el problema de la herencia en un asunto administrativo, en vez de jurídico. Entonces las escrituras señalarían quién es el propietario en caso de muerte del titular. El heredero sólo tendría que presentar su identidad como tal y el acta de defunción ante el Registro Público de la Propiedad, lo que se ha hecho, pero en las escrituras de los nuevos fraccionamientos.

Más facilidades para los que menos tienen
Explicó que prácticamente todos los subsidios otorgados por el estado en materia de vivienda van a dar a los nuevos desarrollos en la periferia, pero la población de escasos recursos no tiene posibilidad de adquirir estas viviendas. El estado apoya los nuevos fraccionamientos con los impuestos, por supuesto de todos los ciudadanos, pero si ganan menos de tres salarios mínimos los subsidios no llegan a las personas que necesitan una casa.

Destacó que del 50 al 60 por ciento de la población en Jalisco no tiene empleos permanentes. Resulta que entre las personas que sí obtuvieron viviendas con créditos en las periferias, muchas por el momento no pueden pagarlas, y hay propiedades que han sido abandonadas. 

Destacó que en este estado las personas pueden obtener recursos a través de cajas populares, tandas y rifas, pero con el apoyo del gobierno podrían hacer más, especialmente en la rehabilitación de sus viviendas y la renovación de sus colonias.

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