Arturo Panduro Cerda

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Tras 10 años de estudio, investigadores del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) y del Hospital Civil de Guadalajara demostraron que el genotipo H del virus de la hepatitis B es propio de México y no de Centroamérica, como lo había citado la literatura internacional.

Descubrir y caracterizar un nuevo tipo de virus es similar a descubrir una enfermedad. Por ello, cada vez que se hable de este virus en el mundo, hablarán de los hospitales escuela de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

El doctor Arturo Panduro Cerda, jefe del servicio de biología molecular, del antiguo Hospital Civil de Guadalajara,  encabezó la investigación “Distribución de los genotipos F y H del virus de la hepatitis B en México y América Central”, en la cual participaron las especialistas Érika Martínez López, Nora Fierro González y Sonia Román Maldonado.

Panduro Cerda explicó que las aportaciones del estudio (publicadas en junio de 2013 en la revista inglesa Antiviral Therapy), permitirán tener mejores estrategias de control de este padecimiento. Además los médicos podrán elegir una mejor estrategia de tratamiento antiviral.

¿Cuál es la población más vulne-rable a contraer algún tipo de hepatitis?
En el caso de México existe una paradoja. Se ha pensando que somos una zona de baja endemia, es decir, con menos de dos por ciento de la población infectada. Sin embargo hemos demostrado que grupos indígenas son de alta endemia, a tal grado que hasta el 80 por ciento de poblaciones como las del sur de México han tenido contacto con el virus y mínimo la mitad están infectados. Consideramos que a este virus han estado expuestos de 15 a 20 millones de personas y la principal de transmisión del virus es por la vía sexual. En este sentido, la buena noticia es que no todos los que se enferman desarrollan enfermedad crónica. En el adulto sólo el cinco por ciento, pero un niño puede desarrollar hasta en un 95 por ciento daños hepáticos.

¿En qué medida ha trascendido la investigación por parte de especialistas de la UdeG en el campo de la biología molecular?
En los años setenta se hablaba de tres virus de la hepatitis, y 10 años después el impacto científico en el ámbito mundial lo tenía la biología molecular, que nos permitió adentrarnos en el estudio del genoma humano y de cualquier agente microscópico como los virus. Empezamos a conocer de qué estaba formado el DNA del virus y dimos un paso más en la medicina. En 1985 los investigadores comenzaron a describir nuevas técnicas, más sensibles y específicas para detectarlos. De ahí que en el Hospital Civil de Guadalajara fuimos los primeros en hacer el diagnóstico molecular de la hepatitis B y C en el país y logramos detectar los tipos de virus que hay, llamados genotipos, los cuales predominan de manera específica en cada población.

¿Cuál es el beneficio para la población por los resultados de su investigación?
Conocer los factores de riesgo de nuestra población nos permitirá evitar la infección y subsecuente transmisión de la misma y a la vez significa un avance en la docencia en medicina en el ámbito mundial y un descubrimiento científico internacional. La importancia se puede constatar por medio de la epidemiología molecular al monitorear la importación o exportación de virus entre regiones, poblaciones o países alrededor del mundo. Por ejemplo, Asia es el continente donde más casos de hepatitis B y C se registran. En África predomina el E y en Europa el A y D, pero todos los casos que se han detectado de genotipo H alrededor del mundo son de México.

Al demostrar los resultados, ¿cuál será el llamado a las autoridades de salud?
Nos interesa tener un estricto control de este virus en el país, para saber si se llegan a incorporar nuevos tipos y controlar los que ya existen aquí. Se deben establecer, con base a este conocimiento, las guías de tratamiento para la hepatitis B en población mexicana, lo cual a la fecha no se ha definido. Además sugerimos que por ley se utilicen los anticuerpos para determinar si alguna persona ha estado expuesta al virus. Es necesario que hagamos nuestros propios estudios para ver qué experiencia tendremos con el tratamiento para hepatitis B genotipo H.

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