Arreola y la ciencia

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Los intereses que al igual que otros escritores tenía por la ciencia y la tecnología Juan José Arreola, mismos que quedaron manifestados en su obra, fueron motivo de estudio para el divulgador de la ciencia Juan Nepote.

En el caso de Arreola, explicó, existe algo curioso, porque hay cierta fascinación por las maquinas, el tema del electromagnetismo, por alguna ciencia un poco anterior a él y hay una relación dual, ya que veces es de gusto y emoción y en ocasiones de rechazo.

 “Me parece que esa lectura de su obra, desde esa perspectiva aún no la hemos hecho completamente. Incluso su tío José María Arreola —sacerdote, astrónomo y arqueólogo y vulcanólogo—, quien fue uno de los fundadores de la Universidad de Guadalajara y que de alguna manera fue un pionero de la ciencia en nuestro país en varios temas que nadie más estaba trabajando, está muy presente en la memoria de Juan José y en su cuento ‘El prodigioso miligramo’,  toma anécdotas o la imagen de este tío para hacer literatura”.

Todos estos datos (compartidos en su charla del pasado 21 de septiembre “Experimentos imaginados. Juan José Arreola: literatura y ciencia”, en el Centro de Documentación Carmen Balcells de la Biblioteca Pública del Estado), son resultados de los avances de una investigación que empezó hace aproximadamente seis años con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).

“Esta idea inició porque me encontraba muchas veces que en trabajo de científicos están citados literatos, escritores, pero también en el caso de literatos sacan parte de su interés por temas de ciencia y me pareció interesante ver ese dialogo entre estos dos tipos de personajes”.

Añadió que en el caso de Juan José Arreola recordó la historia del tío, buscó material sobre él y encontró muy poco, ya que se tiene tristemente olvidado, lo que con el paso de estos años le ha ayudado a encontrar a otros personajes.

“Cuando pensamos en la cultura de Jalisco, Guadalajara o una ciudad o una región con una importante cultura, en un motor cultural relevante, pensamos en artistas, pintores, músicos y casi no consideramos a los científicos, es como si no hubieran existido. Ahora me encuentro con un paisaje rico, muy sabroso, que en un principio no sabía qué me iba a topar y que empezó como una curiosidad personal”.

Sobre el legado del escritor zapotlense, a noventa y nueve años de su nacimiento, señaló que le sorprendió releerlo con otra mirada a partir de este trabajo, especialmente al revisar la primera edición de Confabulario, la más célebre de sus obras.

“La primera edición, antes de que le agregaran otros textos, es un libro muy distinto al que se tiene en la memoria, además es muy completo. Creo que Juan José Arreola es uno de los nuestros, alguien que a un lector actual le sigue diciendo muchas cosas, es un autor que está vigente inclusive en el campo de la ciencia, propuso una serie de intuiciones,  el cuidado artesanal en el lenguaje de su obra sigue siendo vigente y está más vivo y actual que nunca”.

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