Araceli Roque Castro

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Lograr la excelencia en los estudios no sólo resulta una ardua labor académica, en el caso de Araceli Roque Castro, egresada con un promedio de 100 de la licenciatura en Educación que ofrece el Sistema de Universidad Virtual y por lo que obtuvo el Reconocimiento y Estímulo a estudiantes sobresalientes que otorga la Casa de Estudio, representa la superación de obstáculos y prejuicios tales como las limitaciones económicas y temporales, la edad y la distancia.

¿Por qué decidiste estudiar en línea?
Soy una mujer mayor, tengo 42 años y dos hijas. Vengo de un contexto que no me permitió estudiar más joven, como correspondía. Cuando me percaté de las necesidades laborales actuales me encontré con que tenía que prepararme más, pero no tenía el tiempo para ir a clases presenciales. Así que empecé a buscar qué podía haber en línea. Yo vivo en el Estado de México y no encontré ese tipo de oportunidades sino hasta que di con la Universidad de Guadalajara en modalidad virtual.

¿Cuáles fueron los retos a los que te enfrentaste durante tus estudios?
En ese momento yo ni siquiera sabía cómo prender una computadora. Pero me dije que a estas alturas de mi vida no tenía tiempo, dinero ni esfuerzo que perder. Aprendí de manera autodidacta el manejo de las herramientas tecnológicas que necesitaba para realizar mis estudios.

Mi familia siempre ha sido de recursos económicos bajos y creo que eso me ha obligado a buscar otras alternativas. Para ese momento yo puse un negocio de servicio de internet y papelería sin saber realmente cómo funcionaba y cuando me topé con requerimientos que no sabía cómo enfrentar, me sentí ciega, sorda, totalmente perdida; así que tuve que aprender a marchas forzadas, entre ensayo y error; picándole y leyendo tutoriales. Así fue cómo empecé a entrar al mundo de la tecnología. Ahora en mi negocio ya he dado algunos cursos a personas mayores que se sienten rezagadas. Es importante que los adultos aprendamos estos nuevos conocimientos para no quedarnos atrás, la tecnología no es solamente para los jóvenes.

Otro reto importante fue el aspecto económico, que fue el que en primer lugar me llevó a estudiar en línea, pues debía buscar un trabajo además del negocio y los horarios generalmente eran de tiempo completo. El tiempo en sí mismo era un reto constante, pues viviendo en el Estado de México donde los traslados al trabajo suelen ser de dos a tres horas, todavía había que llegar a hacer tareas. Varios días los pasé sin dormir. Estudiar de esta manera requiere una gran dosis de disciplina, decisión y automotivación, porque aunque tengas asesorías y apoyo, frente a la computadora estás solo.

¿Qué significa para ti este reconocimiento a la excelencia?
Creo que después del proceso que fue arduo, ahora que he obtenido lo que quería, otra vez tengo que plantearme objetivos. Además, éste es un recordatorio de que es necesario aprovechar el tiempo y buscar las oportunidades; porque antes no me daban trabajo porque no estaba preparada y ahora no quieren dármelo por la edad que tengo. La ignorancia es ideal para quienes quieren pagar poco y no ser contrariados. Una persona que tiene estudios se vuelve más exigente aunque también ofrece mejores resultados. Es algo que debemos aprender a vender, nuestra capacidad y conocimientos.

¿Qué consideras que ha aportado la universidad a tu vida?
Mucho, porque me ofreció la oportunidad de estudiar a través de un espacio alternativo que no encontré en mi comunidad. Y lo más importante, me ofreció un perfil educativo poco conocido en nuestro país de enfoque social en el que la educación busca orientarse a grupos vulnerables a los que no llega una educación reglada. Me siento por todo ello, profundamente agradecida.

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