La X Olimpiada juvenil contó con la participación de 35 entidades, divididas en ocho regiones.
Los atletas pudieron competir en 40 disciplinas, en seis sedes.
Más de 12 mil deportistas participaron, de manera que resulta conveniente hacer un alto y reflexionar un poco acerca del magno evento deportivo del gobierno federal (no tenemos datos de cuántos entrenadores, jueces / árbitros, delegados o funcionarios acudieron, sin mencionar las horas-hombre invertidas para realizar los eventos en las diversas sedes), y en particular, en torno al triatlón.
La importancia de este evento en materia de triatlón radicaba en dos aspectos: fue selectivo para campeonato mundial y sirvió como actividad promocional de atletas.
En triatlón participaron 218 deportistas (102 mujeres y 116 varones), en las categorías 14-15 años, 16-17,18-19 y sub 23.
Con base en los planteamientos estipulados por la Federación mexicana de triatlón y la convocatoria emitida junto con la Conade para formar la selección representativa de nuestro país, misma que participará en el campeonato mundial de la especialidad, del 5 al 11 de septiembre, en Gamagori, Japón, había 12 plazas en disputa para dicho campeonato.
Solo 12 entidades obtuvieron medallas, y de estas, 75 por ciento quedó en seis estados: Jalisco (siete), Veracruz (tres) y Nuevo León, Coahuila, Morelos y Zacatecas (con dos cada uno).
El 66.66 por ciento de la selección salió de tres estados y cuatro equipos. El principal fue Jalisco, con cuatro atletas provenientes del equipo con mayor aportación, Trixal.
Existen aspectos a considerar en el trabajo con atletas jóvenes y sus respectivos equipos, de los que surgen elementos para las selecciones de cada estado.
Por ejemplo, la competencia tiene importancia relativa, por su carácter promocional y, en esta ocasión, por resultar selectiva para un evento internacional.
El acuatlón sale de toda norma organizativa, ya que en ningún estado existen procesos de selección para dicha actividad, aspecto que pone en riesgo la integridad de los aspirantes a calificar para el campeonato mundial.
No existe mucha compatibilidad entre serie nacional y Olimpiada juvenil, pues en 25 días, varios atletas participaron en tres eventos (9 de abril, Valle de Bravo; 23 de abril, Mazatlán, y del 3 al 5 de mayo, en Cancún. Los dos primeros de la serie nacional, el tercero de la Olimpiada juvenil).
De 25 días, los atletas pasaron 11 de viaje, mientras que el resto permanecieron en sus casas, algo que ocasiona el descuido y deterioro de su aspecto académico.
Para algunos hubo sorpresas, para otros todo transcurrió con normalidad, hecho que ocurre cuando los criterios de selección son transparentes y quedan expuestos con antelación, aspecto que hace más equitativa a esta actividad, como demuestran los resultados.
Ahora viene la construcción del nuevo Centro nacional de desarrollo de talentos y alto rendimiento, con una extensión de 12 hectáreas y una inversión de 60 millones de pesos, en la ciudad deportiva Magdalena Mixhuca, obra magna de este sexenio, lo que debería ser imitado también en otras partes de México, ya que reforzaría el trabajo realizado en los rincones más insospechados de nuestro querido país.
