Apoyo Infonavit

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    El programa Apoyo Infonavit resulta atractivo para el profesional asalariado o de nivel técnico.
    Llama la atención la lucha que está surgiendo entre los bancos y las sociedades financieras de objeto limitado (sofoles) para ganar un mercado más amplio en materia de hipotecas, desarrollando programas cada vez más sofisticados y atractivos. Queda claro que por lo menos hasta el final del presente sexenio, el boom de la vivienda continuará con tasas de crecimiento de doble dígito.
    Una de las contadas historias de éxito del actual gobierno ha sido el Infonavit. Su titular, Víctor Manuel Borras, ha sabido desempeñarse en mancuerna con los encargados del desarrollo de vivienda y los agentes financieros, ya sean bancos o sofoles, pues con el programa Apoyo Infonavit no solo la vivienda de interés social es el segmento beneficiado, sino también la vivienda media.
    Un ejemplo notable son los bancos, que de manera agresiva lanzan créditos en cofinanciamiento con el Infonavit. Estos permiten financiar hasta el cien por ciento del valor de una casa habitación con un precio base de 497 mil 952 pesos, en el Distrito Federal, y de 426 mil 816 pesos, para el resto de la república.
    El tipo de inmueble que es posible adquirir difiere del que uno puede comprar con un crédito de interés social, pues el valor máximo de la casa habitación es de 889 mil 200 pesos.
    Quienes tienen acceso a esta clase de créditos son los derechohabientes con ingresos conyugales superiores a los nueve mil pesos mensuales.
    Como parte de este programa, el Infonavit pone como garantía la subcuenta de vivienda, a ser utilizada en caso de que haya cartera vencida o el acreditado pierda su empleo. De esta manera se reduce el riesgo que por lo general conllevan los créditos bancarios tradicionales.
    Una vez otorgado el préstamo, las aportaciones bimestrales que realiza el patrón a la cuenta de vivienda del trabajador son abonadas directamente al capital de la deuda. Así, el pago mensual que efectúa el trabajador disminuye en un 20 por ciento, o si prefiere, la duración de los pagos es reducida a casi la mitad: de 20 años a 11.7, y de 15 a 9.5.
    Aunque algunos bancos establecen un plazo de cinco a 15 años, otros ofrecen un financiamiento de hasta 20 años. Además, el préstamo puede ser contratado con una tasa equivalente a aquella de las unidades de inversión (UDI) o a tasa fija en pesos, al 13.89 anual.
    A modo de garantía, el banco ofrece un seguro de desempleo, que cubre hasta 12 mensualidades del crédito, en caso de que el derechohabiente quedara sin trabajo, y ha creado el programa “súper recompensa”, el cual exenta de un pago al acreditado que cubra 11 mensualidades de manera puntual. Si el derechohabiente llegara a morir, existe un seguro que protege al cónyuge (cuando no perciba ingresos propios) y cubre el saldo insoluto.
    Con un enganche desde un cinco por ciento, obtienes un crédito para comprar una casa de hasta 889 mil 200 pesos. Si ya cuentas con los puntos necesarios, busca la entidad financiera, bancos y sofoles que te ofrezcan las mejores condiciones y elige la opción que más te convenga.
    La autorización de tu crédito con la entidad financiera es independiente de la autorización del crédito Infonavit.
    Si no te has incorporado al Infonavit, la fecha límite para hacerlo es el 28 de febrero de este año.

    * Secretario de vivienda,
    gustavomercado@sutudeg.org, jogusmer@yahoo.com.mx.

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