Anunciantes bajo la lupa

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La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), en lo que va del año ha tenido los ojos puestos sobre diferentes empresas que se anuncian a través de los diversos canales que ofrecen publicidad: a algunas les ha emitido exhortaciones, mientras que otras han sido multadas o se retiraron sus productos del mercado.

La semana pasada Cinépolis, Henkel y Six Flags, se sumaron a otras como Coca Cola, Bimbo, Innova, Telmex y McDonald’s, que durante este año han recibido algunas de las sanciones previstas por PROFECO debido a que incurrieron en el uso de publicidad engañosa.

El comunicado que emite la procuraduría en su página web señala a dichos consorcios, diciendo que “la información relacionada con promociones y publicidad utilizada, está considerada como engañosa y/o que contiene información inexacta, induciendo al consumidor al error o confusión, violentando la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC)”.

Con respecto a esto, Jorge Américo Macías Robles, jefe del Departamento de Verificación y Vigilancia de la PROFECO en el estado de Jalisco, dijo que para calificar la publicidad engañosa la procuraduría se basa en la tipificación de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Agregó que todo depende de “las características que tenga esta publicidad y la naturaleza del producto o servicio”.

Américo Macías explicó que los verificadores de cada delegación, al momento de hacer una consulta, determinan si el comercial pudiera tener una característica que no cumpla con lo previsto por la Ley, y luego, “técnicamente lo pasamos al laboratorio nacional que son las oficinas centrales. Por su parte, la Dirección General de Publicidad realiza sus propios monitoreos”.

Agregó que una parte importante que nutre estas consultas, son las denuncias de los propios consumidores, las cuales son recibidas en el área de servicios o en el departamento de quejas que tiene la dependencia en cada estado de la república.

En cuanto al acceso a la información, Macías declaró que sí se puede ver limitado por este tipo de publicidad, aunque lo que más influye es “la información sobre la verdadera calidad de los productos”.

Añadió que a través de las multas que ha aplicado la procuraduría a los anunciantes, “de alguna manera sí hay afectación económica”, ya que han ocurrido casos en los que se retira la publicidad, el producto y hasta se han reeditado páginas de periódicos por disposiciones de la PROFECO, ya que la publicidad que ocupaba el espacio no reunía los parámetros establecidos para ser difundida.

Barrera al acceso de la información 

“A mí me parece que la situación que vivimos con respecto a ese tema, habla de la urgencia y la necesidad de reglamentar todo lo que tiene que ver con la publicidad tanto comercial como gubernamental”, comentó Graciela Bernal Loaiza, presidenta de la Asociación Mexicana de Acceso a la Información (AMEDI).

Dijo que “esa práctica la llevan a cabo tanto instituciones de gobierno como empresas comerciales, que a través de programas de televisión, incluyendo telenovelas, promueven colores de partidos, marcas, atentando en contra del derecho de las audiencias, en el sentido de que se tiene el derecho de saber lo que hay atrás, ya que esa información fue pagada”.

La maestra en Política y gestión pública por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), comentó que esta práctica no es nueva, puesto que diversos investigadores de la comunicación la han estado observando con sus estudios, y resaltó que lo que más influye dentro de la publicidad engañosa son los tipos de “discursos narrativos, los cuales se presentan como algo natural, algo incluido en lo audiovisual”.

Bernal Loaiza, quien también es profesora de la carrera en Ciencias de la comunicación del ITESO, comentó que las audiencias deben poner atención en lo que dicen los medios, y que en el análisis de la sociedad y en el trabajo pendiente en materia de educación se hace patente “la necesidad que tenemos de promover una recepción crítica de los medios, es decir, que desarrollemos la capacidad de mirar, de escuchar, de leer de otra manera los productos comunicativos que circulan por los medios. Es urgente este nuevo aprendizaje que tendría que incorporarse al sistema educativo nacional, básico y superior, para que se fomente una capacidad crítica, analítica y reflexiva para con esto permitir que haya posturas, y desde ahí discernir y discriminar aquello que queremos seleccionar como importante, significativo y aquello que está resultando como una práctica indebida”.

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